Una de las principales figuras del deporte cochabambino es Carola Loma (33 años), quien dio muchas alegrías al país con preseas de oro en campeonatos mundiales, panamericanos, sudamericanos y otros, en diferentes categorías y modalidades.

Como en muchos casos, ella también se vio limitada en su preparación cotidiana debido a la pandemia y encontró la forma de mantener su estado físico corriendo, “pero no es lo mismo” ya que la técnica y la destreza se las adquieren en la cancha.

Sin duda que es una de las principales figuras del deporte en la Llajta y, fuera del deporte, tiene la posibilidad de trabajar en beneficio de los atletas desde un cargo público que, por el momento, está en etapa de evaluación.

Asimismo, criticó el trabajo de los dirigentes del deporte local y nacional, sobre todo por no brindar el apoyo que requieren los atletas para consolidarse a nivel profesional.

También considera que en “alguna parte de la dirigencia existe corrupción” y eso obliga al deportista a migrar, representar a otros países para consolidarse como profesional.

Aseguró que Cochabamba tiene “talentos ocultos” en los colegios y universidades que pueden dar alegrías a la Llajta y al país.

Carola Loma en conversación con OPINIÓN manifestó su intención de volver a competir, pero también su deseo de trabajar por el deporte. Por el momento, no tiene definido dejar el ráquetbol competitivamente y asegura que puede dar alegrías a Bolivia. 

P: ¿Está entrenando, pese a la pandemia?

R: La pandemia ha golpeado todo nivel y el deporte ha sido el más afectado, sobre todo el ráquetbol porque se juega en un ambiente cerrado y hay mucho contacto.

Estoy con ansias de retornar a las canchas con todas las medidas de bioseguridad y continuar con este deporte que me apasiona. Sin embargo, es complicado entrenar con mascarillas.

La susceptibilidad es latente porque al alquilar una cancha para una determinada hora, no sabes cuál es el estado de salud de las personas que me antecedieron. Creo que la asociación y federación tienen que brindar la seguridad para los deportistas y entrenar sin riesgos.

P: ¿Cuándo fue su última competencia oficial?

R: Fue hace dos años (2019). Después de los conflictos que tuvimos en los Juegos Suramericanos, jugué varios partidos y posteriormente se vino la pandemia.

P: ¿Sufrió alguna lesión?

R: Ninguna, gracias a Dios. La única fue la de mi rodilla en 2014 que ya está totalmente superada y no tengo ninguna lesión.

P: ¿Existe ansiedad para volver a las canchas?

R: Sí. Este deporte es mi pasión y me ayuda a distensionarme. El deporte es el principal canal para salir de muchos problemas que tiene la gente, más aún en esta etapa de pandemia.

He tratado de entrenar en casa o hacer actividades físicas (correr) al aire libre, pero no es lo mismo. Con la llegada de las vacunas, la esperanza es que pueda mejorar la situación para volver a mojar la camiseta y representar a Cochabamba y Bolivia.

P: ¿Se extraña competir fuera del país y con deportistas de alto nivel?

R: En algunos momentos no sabes valorar lo que tienes y lo que te da la vida. Esta pandemia nos ha quitado mucho, no podemos hacer libremente las cosas que amamos.

Se extraña mucho a los compañeros de equipo, rivales, entrenadores, la afición, la prensa y los amigos que tienes.

P:Fuera del ráquetbol, ¿está incursionando en otras actividades?

R: Sí. Tocaron mi puerta nuevos proyectos y los estoy analizando. El propósito es trabajar en beneficio del deporte. Son retos que están viniendo, pero esperaré.

Tengo muchas experiencias como deportista y quiero apoyar a los atletas en las diferentes dificultades. La idea es que tengan las oportunidades a nivel regional, nacional y, porque no, a nivel internacional.

Quiero buscar apoyo de instituciones internacionales para hacer intercambios de jugadores con México y Estados Unidos, además, que nos ayuden económicamente.

Lo he vivido y he visto que muchos deportistas con talento se quedan en el camino porque no tienen el apoyo necesario.

P: ¿Qué opina de los atletas que migran para consolidarse?

R: Es debido a la dirigencia. No se trabaja en políticas que permitan consolidarse.

El Gobierno tampoco apoya porque las federaciones no hacen las gestiones. Me ha tocado experimentar esta situación. También hay dirigentes muy buenos y viven para el deporte.

Siento que dentro de la dirigencia hay corrupción y que se debe trabajar muchas cosas. Queremos que nuestros deportistas se queden y cosechen medallas para el país.