Después de tres meses que el coronavirus llegó a Bolivia, se conoce de forma oficial que dos jugadores que integran clubes profesionales dieron positivo al coronavirus. Moisés Villarroel (Wilstermann), quien se recuperó de la enfermedad, y Marcos Andia (Guabirá) que busca superar este mal momento. Asimismo, el exmundialista y actual director técnico de Aurora, Julio César Baldivieso, quien junto a su familia busca “amagar” al coronavirus, lo deja aislado y bajo el control médico.

Casos positivos que exponen “una gran incógnita” entre las autoridades de Gobierno y dirigentes del balompié nacional para reanudar el torneo Apertura, que se paralizó el 15 de marzo luego de cumplir la fecha 12.

En pasadas horas se conoció que el presidente de la Comisión de Árbitros de la Asociación Cruceña de Fútbol (ACF), Remberto González, está internado en un centro de salud de la capital oriental, y requiere de un donante de plasma sanguínea hiperinmune del tipo ARH+ para iniciar este tratamiento alternativo y pueda mejorar su salud.

Los actores directos e indirectos que tiene el fútbol boliviano fueron presa de esta “enfermedad” que deja incertidumbre en el resto de los jugadores, entrenadores, árbitros y dirigentes que ven con impotencia como va creciendo el virus en el país. 

Sin embargo, la pandemia ya dejó luto en la familia del fútbol boliviano con el fallecimiento del jugador de Universitario de Beni e integrante de las Selección Nacional de las menores Franz Román Guzmán, además, del entrenador Luis Carmelo Román y el extesorero de la Asociación Beniana de Fútbol Belizario Román.

Hace un mes el periódico de Sucre Correo del Sur informó que un jugador de los registros del club Universitario, que pertenece a la Asociación dio positivo al coronavirus, pero a la fecha no se conoce si el deportista se recuperó.

De todos los jugadores que pertenecen a las ocho asociaciones departamentales restantes no se tiene ningún reporte oficial sobre casos positivos en el país.