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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Joselín, la primera médica de campo en el fútbol Profesional de Bolivia

Gracias a las recomendaciones de los jugadores ante la dirigencia de Palmaflor, la fisioterapeuta fue parte importante en el ascenso del club a la primera en un año complicado por la pandemia de la COVID-19.
Moisés Vásquez al borde de la cancha, cuando jugaba en Palmaflor. ARCHIVO DICO SOLÍS
Joselín Alba Aguilar (i) la médica de campo del club Palmaflor atiende al jugador Moisés Vásquez al borde de la cancha. Dico Solís
Joselín, la primera médica de campo en el fútbol Profesional de Bolivia

Joselín Alba Aguilar (26 años) es la primera médico de campo en la Primera División del fútbol boliviano y desarrolla su trabajo en coordinación con el cuerpo técnico, para dejar a los futbolistas en óptimas condiciones físicas antes de encarar un partido oficial.

Rodeada de jugadores y entrenadores hombres pone todos sus conocimientos en servicio del plantel que representa al Valle Bajo de Cochabamba. El hecho de estar en un entorno masculino no limita desarrollar su trabajo en el camarín y en el terreno de juego, dentro del marco del respeto y el profesionalismo mutuo.

Joselín es titulada en Fisioterapia y Kinesiología y desarrolla su trabajo en el plantel Auriverde hace un año cuando militaba en la Sección No Aficionados A de la Asociación de Fútbol Cochabamba.

Ella es parte del histórico título que conquistó Palmaflor en la Copa Simón Bolívar en 2019 y este logro le permitió ascender a la Primera División y ser protagonista del torneo Apertura que finalizó el pasado jueves.

OPINIÓN conversó con Joselín para conocer más detalles del trabajo que realiza y los objetivos que tiene en lo personal y lo profesional.

P: ¿Qué significa para usted trabajar en un club masculino?

R: Es una alegría, porque muchas veces a las mujeres nos cuesta llegar aún equipo profesional de fútbol. En esta oportunidad se da la posibilidad de trabajar como fisioterapeuta y médico de campo.

P: ¿Cómo se dio esta posibilidad de trabajo?

R:  Ya estaba trabajando con algunos jugadores de forma particular y ellos fueron quienes dieron referencias a la dirigencia que determinó por contratar mis servicios.

El trabajo que realizaba con los jugadores fue en la parte de rehabilitación y no en el terreno de juego.

En la Copa Simón Bolívar mi persona participó como invitada. El cuerpo técnico del profesor Humberto Viviani y la dirigencia evaluaron mi trabajo para que luego forme parte del cuerpo técnico del club Palmaflor. 

P: ¿Usted rompe los estigmas del camarín masculino en el profesionalismo?

R:  Sí. A nosotras nos permite ampliar nuestro currículum profesional y abrir más fronteras para las mujeres que demostramos que podemos hacer un trabajo idóneo descartando las diferencias de género.

P: ¿Cómo es la relación con los jugadores, hay bromistas?

R:  Los jugadores son todos respetuosos y profesionales. El trabajo que se realiza es siempre en el marco del respeto. Tampoco me levantaron la voz o se dirigieron con palabras groseras. Siempre se trabaja en el marco del respeto y la confraternización grupal en beneficio del plantel.

P: ¿Cómo califica el trabajo con el técnico Viviani?

R:  Fue un trabajo prolijo y con metas claras. Nunca tuvimos un percance y hasta donde conozco le gustó el trabajo que realizamos.

Durante el tiempo de trabajo que llevo en el club he podido ver que las mujeres somos más detallistas y responsables para realizar las labores en el club.

Con el profesor Xabier Azkargorta estamos aprendiendo más cosas y no tenemos ninguna dificultad para trabajar.

En lo personal fue un placer trabajar con los dos entrenadores que estuvieron al frente del plantel.

P: ¿En tiempo de pandemia cómo fue su trabajo?

R:  Realicé un rastrillaje a los jugadores  del plantel para monitorear el estado de salud y movimiento de los futbolistas. También elaboré el protocolo de bioseguridad con aprobación de Sedes, Colegio de Deportología y Alcaldía de Cochabamba.

Se dirigió la instalación de sistema de bioseguridad y la adquisición de insumos médicos para la aplicación de los protocolos de salubridad.

P: ¿El trabajo en el club demanda mucho tiempo?

R:  Sí. Prácticamente el trabajo en el club es exigente y el club se convierte como tu segundo hogar. Tengo mis familiares y ellos me apoyan en el trabajo que llevo adelante. Mi familia está contenta porque no hay mujeres como médico de campo en el fútbol profesional.

He visto que en el club Wilstermann también hay una mujer que realiza un trabajo de kinesiología (Betzabé Ibáñez) y en Bolívar una nutricionista (Ximena Pedraza).

La presencia de mujeres en clubes masculinos es una alegría porque abrimos las puertas a otras profesionales.

P:¿Además de la profesión, le gusta la cocina?

R:  Sí, pero muy poco. Si me dan a escoger entre la cocina y mi carrera, prefiero ejercer la profesión que llevo adelante.

Como toda cochabambina cocino varios platillos, pero el que me gusta hacer y degustar es el pique macho, claro cuando existe un poco de tiempo.

P: ¿Cuáles son los proyectos que tiene a futuro?

R:  Estoy en la carrera de Ciencia de la Actividad Física y Deportes en la Universidad Mayor de San Simón, sería la segunda carrera de licenciatura.

Quiero seguir trabajando en el club profesional de fútbol y, en algún momento, ser parte de una Selección Nacional.

Dentro de las recomendaciones que realiza Joselín a las mujeres que quieren incursionar en un trabajo donde predomina el género masculino es: “brindarse al máximo como profesional y actualizarse cada vez más para mejorar como persona”.