Florencia Villazón, la raquetbolista cochabambina que también demostró sus habilidades en esgrima y el squash nacional, encontró la compañera perfecta para llevar a cabo sus entrenamientos dentro de casa: su hermanita menor Micaela, de apenas 10 meses.

La bebé la ayuda en los ejercicios de sentadillas y abdominales, puesto que sus 9 kilogramos, aproximadamente, son útiles para que Flor, presente en el Sudamericano Juvenil de Squash 2019, realice trabajos con peso. 

“Mi hermana me ayuda,  porque es peso, ja ja. La agarro y la alzo para hacer sentadillas. Siempre, con cuidado. Eso te ayuda al subir y bajar. Mi mamá me lo cuenta. Hay ejercicios en los que se necesitan a dos personas. Me colabora en eso. Hoy me toca movimiento con piernas, escalera y sentadillas. Al menos, media hora trabajo con raqueta en lo técnico. Trato de efectuar solo movimientos y, a veces, golpeo un poquito”, cuenta Flor, con respecto a la rutina que le envió su entrenador y que ella sigue al pie de la letra, aunque suele haber días en los que no hay muchas ganas. “A veces te da ansiedad o flojera, depende. En ocasiones despiertas bien activa, con ánimos para ejercitarte como por tres horas”. 

Extrañar las canchas de raquet es una sensación inevitable para ella. “A veces, dices que ya quieres salir, pero tienes que ponerte en el lugar de muchas personas y cuidarte”, completa la cochabambina, que confía en un 2021 mucho mejor, “con la bendición de Dios”.