En la presentación oficial de Rodrigo Amaral como nuevo jugador de WIlstermann, el entrenador del equipo, Cristian Díaz, manifestó ayer que el uruguayo es el “elegido e indicado” para “llenar el vacío que hay desde que se fue Cristian Chávez”, proyectándolo como el “10 que el club necesitaba”.

“Esperemos que se pueda ‘llevar al bolsillo’ a la hinchada con su forma de ser y, sobre todo, su juego. Esto es algo que veníamos trabajando desde hace bastante. Queríamos fichar un futbolista de estas características a principios de año, pero eso no fue posible, a causa de los problemas de público conocimiento”, expresó el estratega argentino.

Hay que recordar que el Rojo atravesó una complicada situación, que derivó en la renuncia de Gary Soria a la presidencia de la institución. Desde el 18 de marzo, Omar Mustafá y su directorio tomaron las riendas.

Por otro lado, Alejandro Rodón (directivo de Wilster) aclaró que un grupo de empresarios “ha corrido con los gastos para el fichaje del volante charrúa y también lo hará con el pago de su salario”, recordando que podrá ser habilitado en la ventana de pases, que será abierta el mes entrante.

Yuri Gil Sabja, vicepresidente del Hércules qhochala, aseguró que Amaral podrá jugar en el equipo, a pesar de la sanción que el Tribunal de Disciplina Deportiva (TDD) le impuso por haber agredido al asistente de campo Edwin Paredes en un clásico paceño Bolívar-The Strongest, jugado el 14 de marzo del año pasado.

El exatigrado, y que viene de jugar siete partidos y anotar un gol en el Plaza Colonia antes de pasar a filas del crédito valluno, expresó su entusiasmo.

“Estoy muy feliz de estar acá y ojalá que sea el principio de buenas cosas para el club. Quiero agarrar continuidad, para sumar al plantel. Queremos estar peleando para entrar a una copa internacional”, dijo Amaral, que pasó la revisión médica “sin complicaciones”, según Álex Antezana (jefe médico del Rojo).