La coyuntura ha obligado a que Conmebol modifique sus planes originales en más de una ocasión, en los últimos años. El factor más reciente es el COVID-19 y la situación social de Colombia, factores que condicionaron las determinaciones logísticas en torno a la edición 47 de la Copa América.

El torneo de selecciones más antiguo del mundo viene experimentando variaciones desde el año pasado cuando el brote de la primera ola del coronavirus paralizó el fútbol sudamericano desde marzo hasta septiembre. En esa vicisitud, el ente matriz del balompié continental se vio forzado a mover las fechas. El certamen debía realizarse en 2020, al igual que la Eurocopa y los Juegos Olímpicos de Tokio, pero el virus frenó en seco la actividad deportiva.

La Copa América debía desarrollarse en Colombia y Argentina de acuerdo con la planificación inicial. Sin embargo, los recientes conflictos sociales en el país cafetalero que derivaron en revueltas y la negativa de aplazar más el certamen por parte de Conmebol derivaron en que esta sede fuera descartada.

En 2019, la organización tuvo que tomar una determinación parecida cuando Santiago de Chile no pudo recibir la final de la Copa Libertadores, debido a un estallido social. La definición se trasladó a Lima, Perú, donde el Flamengo le ganó 2-1 a River Plate para levantar el segundo trofeo de su historia. Además, en este propio 2021, algunos partidos de las Copas Libertadores y Sudamericana, que debían desarrollarse en territorio colombiano, fueron movidos a canchas neutrales por la crisis social que atraviesa dicha nación.

Hace unos días, filtraciones de prensa daban cuenta de que tomaba fuerza la opción de que el certamen se realice en Estados Unidos como ocurrió con la edición especial del centenario del campeonato en 2016 por los avances de dicho país con la vacunación de la COVID-19. Asimismo, Venezuela se postuló con una carta oficial dirigida a Conmebol. Lo mismo hizo Ecuador. Algunos medios de comunicación mencionaron la posibilidad de que Argentina compartiera la sede con Uruguay, Chile o Paraguay “por la cercanía” entre ellos.

Sin embargo, según reportaron Infobae y Marca de Argentina, el vecino país se encamina a convertirse en la sede única de la Copa, de la misma forma que ocurrió 10 años atrás. Aquella versión de 2011 terminó con festejo de Uruguay, que eliminó al anfitrión liderado por Lionel Messi en cuartos de final y superó 3-0 a Paraguay en la final para así lograr la estrella 15 de su palmarés.

Más allá de las buenas intenciones, todo dependerá del avance de las medidas restrictivas que lleva adelante el país dos veces campeón del mundo para contener los severos embates y estragos que la tercera ola pandémica está provocando en este lado del mundo.

La fecha prevista para el arranque de la competencia es el 13 de junio. Hay dos grupos: el A y el B. En primero se encuentran: Argentina, Bolivia, Uruguay, Chile y Paraguay. En el segundo están: Colombia, Brasil, Venezuela, Ecuador y Perú. Pasan los cuatro primeros a los cuartos de final. Luego vienen las semifinales y la definición de la contienda de selecciones más importante del continente.

El último campeón es Brasil, que en 2019 rompió una racha de 12 años sin levantar el trofeo. Venezuela y Ecuador siguen siendo los únicos que nunca se consagraron.