El estilo de vida de la raquetbolista cochabambina Valeria Centellas cambió de forma radical. Hasta hace unos meses, los viajes eran la constante. Ahora, el confinamiento en el país puso en pausa no solo sus entrenamientos en la cancha, sino también sus planes a mediano plazo.

Vale, subcampeona en el Campeonato Mundial Junior de Costa Rica 2019 y campeona en dobles de dicho torneo, representa ahora a la Argentina, pero vive el proceso de cuarentena junto a su familia, en la Llajta. Desde el interior de su hogar cumple con las rutinas que le envían sus entrenadores, sobre todo cuida su peso, puesto que sabe que la inactividad relativa representa un atentado contra su estado físico.

Entrena en la pared del patio de su casa. Esto le ayuda a mantener su técnica. También encontró la forma de controlar la ansiedad y el estrés del encierro: la repostería, aquello que siempre despertó su interés pero que dejaba de lado por falta de tiempo, es el vehículo.

P: ¿Te cuesta llevar adelante el encierro?

R: Es complicado porque no estoy pudiendo ir a una cancha de raquet y entrenar como antes. Me mandan dos rutinas de Argentina una la hago en la mañana y la otra, en la tarde. Intento cuidar mi dieta, aunque es un poco difícil cuando estás en casa porque te da un poco de hambre. También hago cardio, y en el patio de atrás de mi casa hay una pared en la que trato de golpear la raqueta y el balón para no perder la técnica de golpe. 

P: ¿Cómo van lo anímico y mental?

R: Me dio un poco más de ansiedad de lo que normalmente tenía en los últimos meses, pero ya lo estoy manejando mejor. Lo controlo respirando y cuando me da ansiedad intento entrenar un poco más.

P: ¿Qué balance sacas de este año? Una fondista comentaba que cortar un mes de entrenamiento es perjudicial en el atletismo, ¿y en el raquet?

R: Igual, pierdes el ritmo en la cancha. Solo conozco a dos personas que tienen canchas en sus casas. Son afortunadas. Ya se postergaron varios torneos, como el Panamericano que se iba a hacer en Santa Cruz. Casi todos los campeonatos se están pasando para el siguiente año o, con suerte, para noviembre. Es como un año perdido en lo profesional. Esta temporada iba a ser mi último mundial juvenil y creo que no se va a hacer. 

P: ¿Cómo viven este momento en familia?

R: Nos turnamos para cocinar. Para intentar pasar el tiempo, empecé con repostería. Mi papá me pide que le haga algo. Siempre me gustó, pero como antes entrenaba mucho más, estaba cansada y lo dejé. Hago cosas dulces, pero saludables, con harina integral o chocolate amargo. Eso me está ayudando a controlar la ansiedad.