La destacada marchista Ángela Castro manifestó que dejó sus prácticas desde que se inició la cuarentena por la COVID-19 (marzo) debido a las limitaciones que existían en el país para salir a las calles y el temor de contraer el coronavirus.

Hace algunos días comenzó con los trotes y algunos trabajos para potenciar la musculatura, pero para la especialidad deportiva que realiza no es suficiente.

Asegura estar menos del 50% de su capacidad competitiva y los torneos internacionales en los que tenía previsto participar quedaron suspendidos, donde pretendía buscar la marca mínima en los 20 kilómetros marcha y acceder directamente a los Juegos Olímpicos de Tokio.

OPINIÓN conversó con la recordista nacional y abanderada de la delegación nacional en los Juegos de Río de Janeiro de 2016 y explicó las limitaciones que tiene para clasificar a la próxima cita ecuménica.

P: ¿Cómo fue su preparación en este tiempo de cuarentena?

R: Mi preparación se paró desde que comenzó la cuarentena. Yo pensé que ya no asistiría a los Juegos Olímpicos, pero luego se postergaron por un año y estaba más tranquila. También estaba estresada porque no se podía salir a entrenar y hacer mi rutina a la que estaba acostumbrada por años.

Nunca había parado de entrenar por tanto tiempo y es un poco complicado ahora volver.

Estoy muy triste porque será muy difícil retomar el ritmo de competencia que logré para los Juegos Panamericanos de Lima 2019, donde terminé en el quinto lugar y me faltaron 45 segundos para clasificar de forma directa a Tokio. 

P: ¿Cómo es su preparación ahora?

R: Por el momento, estoy trotando buscando recuperarme, igual me está costando mucho. Desde que flexibilizaron la cuarentena salgo a trotar en las mañanas muy temprano para evitar las horas pico y busco zonas donde no haya mucha gente. Por la tarde hago el entrenamiento de fuerza y trato de estar en casa la mayor parte del tiempo.

Antes entrenaba en carretera por la mañana y en la tarde en la pista y gimnasio. Ahora he bajado demasiado las cargas y he bajado mucho en todo. 

Me encuentro menos del 50% de mis condiciones. No me siento bien, me cansa trotar. 

Uno dice ya no puedo y quiero parar, pero como ya tengo disciplina trato de seguir para mejorar.

P: ¿Qué tiempo de preparación necesita para estar en óptimas condiciones?

R: Me tomaría más de seis meses volver a tomar un ritmo óptimo. He perdido resistencia, fuerza y perdido tantas cosas. Eso es lo que más me preocupa porque durante este tiempo he perdido tanto.

P: ¿Tiene algunos torneos programados para los próximos meses?

R: Hay una competencia que se ha trasladado para octubre en Europa, pero es imposible que yo asista a esa prueba. No quiero ir solo a marchar sino a buscar una buena marca y no creo que para octubre este a buen nivel.

P: ¿Al igual que Karen Tórrez solicitará entrenar sola en el estadio?

R: No sé tendría que pensar muchos puntos, pero la verdad no me dijeron nada al respecto sobre la aprobación de protocolos de bioseguridad, no se nada nadie me dijo habló al respecto. Es por eso que tampoco tenemos con mi entrenadora Martha Marín una planificación para desarrollar un sistema de trabajo.

Sin embargo, los casos positivos de coronavirus están subiendo mucho en La Paz, yo creo que se debe esperar la autorización gubernamental para volver a las prácticas.

P: Está presionada para clasificar a Tokio?

R: He tenido buenos resultados, pero no los que quisiera. Se que la gente y mi familia siempre espera lo mejor de mi.

La presión es conmino misma para estar en los Juegos entre los Top 10 o 15 y mejorar lo que hicimos Río donde llegué en el puesto 18, me gusta ponerme metas duras, pero no imposibles.