Para Boca Juniors se trata de la posibilidad de tomarse revancha de la caída por 3-1 sufrida en el Santiago Bernabéu, cuando el mundo se hizo eco del ya bautizado 9-D (9 de diciembre, fecha del compromiso en que su histórico rival se consagró campeón continental).

Para River, en cambio, el juego de hoy en la Bombonera (20:30, hora boliviana), por la vuelta de las semifinales de la Libertadores 2019, es un paso más hacia el redoblamiento de la apuesta y la capacidad de seguir creyendo. Hilar dos títulos en dos años no es poca poca. Si el Xeneize del DT Gustavo Alfaro lo vive como una obsesión constante, el Millonario de Marcelo Gallardo lo experimenta como el producto de un proceso que se ha encarrilado. De hecho, varios de los futbolistas que hacen parte del elenco actual han levantado el trofeo en la Casa Blanca, como es el caso del capitán Leonardo Ponzio, Ignacio Fernández y Milton Casco.

Distinto es lo que sucede en Boca. De aquella final en Madrid quedan unos pocos (Carlos Tevez, Carlos Izquierdoz y Sebastián Villa, entre otros). La dirigencia se encargó de ir “barriendo” los vestigios del recuerdo gris.

El equipo de la Ribera, fresco, relativamente, en materia de jugadores, tiene la tarea de revertir el 2-0 de la ida firmado en el Monumental, cuando el 1 de este mes Rafael Santos Borré y Nacho Fernández decretaron la victoria.

Buen sabor de boca le quedó al Millo y al cuerpo técnico tras el triunfo. Sin embargo, el “relajamiento” está prohibido. Por ello, Gallardo expresó que su elenco intenta no  dejarse llevar por el “confort” que genera el buen resultado. Lanzó un mensaje: “Sigan creyendo en este equipo”.

Alfaro, por su lado, asumió que el duelo de hoy es el más importante de su carrera. Todo apunta a que Tevez y Hurtado irán en la delantera, mientras que, en la vereda del frente, Juan Fernando Quintero volvió con fuerza de su lesión.

Hasta videntes y brujos se subieron al tren. En los pasados días, el tarotista Carlos Oliva contó que ayudaría al Xeneize con un “trabajo”. Luego apareció Calipto para asegurar que el cuadro de la visita se llevará el pase.

DÓNDE VER EL PARTIDO EN LA LLAJTA Mandarina Bar es una opción para ver el compromiso en Cochabamba. El boliche, ubicado en la avenida Pando casi pasaje Ovidio, ofrece un combo (hamburguesa, papas fritas y refresco) a 40 bolivianos. 

Dortmund Bierhaus (calle Bernardo Monteagudo 1.268) propone dos chops de litro por 50. El Factory Grill&Bar oferta dos hamburguesas por 55 bolivianos. El lugar se encuentra en la calle Potosí, entre Portales y Pedro Blanco.