En un épico partido, el Real Madrid logró remontar un marcador adverso en la prórroga (en el global 5-4) e hizo valer su localía ante un Chelsea que no especuló en el Santiago Bernabéu. Los Galácticos con una dosis de sufrimiento lograron su clasificación para las semifinales de Liga de Campeones.

Nadie le podrá discutir el mérito al Real Madrid, luego de bajar a la tierra al PSG francés y ayer eliminó al vigente campeón del certamen europeo.

Chelsea ingresó al estadio español con la misión de buscar el resultado y arriesgar para mantener sus aspiraciones de luchar por una nueva corona, pero nuevamente Karim Benzema y Rodrygo liquidaron esas aspiraciones del inglés.

Cuando transcurrían 15 minutos, el Blue abrió el marcador con Mason Mount, quien aprovechó el nerviosismo de los españoles y el error de la zaga (0-1).

Otro descuido en una acción a balón parado (córner) Antonio Rüdiger remató de cabeza a placer para poner miedo en el Bernabéu tan apagado como su equipo (0-2), a los 51.

Los dos goles de ventaja de los Blues restaron ese factor emocional que encendió al madridismo, la semana pasada, ante la superioridad táctica de un Chelsea que jugó con mayor soltura y controló las acciones del cotejo ante un Galáctico que intentó reaccionar.

Real Madrid intentó mostrar su carácter y salir de su letargo ante la presión de su afición. Cuando parecía recuperar su identidad con una falta de Toni Kroos a la que voló el portero del Chelsea y un latigazo de Federico Valverde rozando el arco rival.

Ferland Mendy, que jugó sin estar al 100%, se precipitó ante el recorte de Timo Werner, que aún tuvo tiempo de sentar a Alaba y marcar el gol de la noche (0-3).

En uno de esos pases registrados por Luka Modric, con el exterior del pie, a espaldas de la defensa rival, apareció el delantero para provocar la prórroga (1-3).

A los 96, Benzema, de cabeza como en Londres, firmó el milagro antes de un ejercicio de resistencia con una intervención de Courtois a Ziyech antes del final feliz.