Faltan adjetivos para describir la paliza histórica (7-0), que Liverpool le endosó este domingo al Manchester United en una nueva edición del superclásico inglés.

Anfield Road fue testigo de una noche mágica para los de Jürgen Klopp, y trágica para los pupilos de Erik Ten Hag. 

En la previa se avizoraba un partido parejo al que la visita llegaba con mejores sensaciones a partir de los resultados previos.

Quedó demostrado una vez más que estos son partidos aparte y que la Premier League nunca falla.

El festival red comenzó a los 43 minutos, cuando el neerlandés Cody Gakpo batió al golero español David De Gea (1-0).

El resto de los festejos vino en la segunda parte. 

El uruguayo Darwin Núñez amplió la brecha a los apenas 120 segundos de comenzado el segundo tiempo (2-0).

Gakpo volvió a decir presente en el marcador, cuando hizo el 3-0 al 50, lo que fue un golpe de nocaut para los Red Devils. 

Producto de este desconcierto, el egipcio Mohamed Salah aprovechó la situación para anotar el 4-0, cuando el cronómetro marcaba 66 minutos.

United no podía hacer pie en la cancha y Núñez, de cabeza, amplió la diferencia sobre 75' en Anfield (5-0).

Salah volvió a sacar petróleo e hizo el 6-0 al 83.

El brasileño Roberto Firmino, que se irá a mitad de año, cerró cifras y marcó el 7-0 final sobre 88'.

Consumada esta goleada, a United solo le queda pensar en el duelo del jueves (16:00) contra Betis, en Old Trafford, por la ida de octavos de la Europa League.

Por su parte, Liverpool volverá al ruedo el sábado (11:00) visitando a Bournemouth por Premier y tiene en el horizonte el cotejo del 15 de este mes (16:00), cuando visite al Real Madrid por la vuelta de octavos de Champions.

La goleada de hoy le ayuda mucho a ganar en confianza para intentar revertir en el Bernabéu el 2-5 de la ida.