La Copa Cochabamba se fue directo a la vitrina de Aurora. La primera versión del torneo, ese que enfrentó ayer a Wilstermann y al Equipo del Pueblo en el Félix Capriles, fue para el Celeste, que venció a su eterno rival por 3-1.

Claro. Se trató de una competencia no oficial. Sin embargo, la victoria le sirvió de mucho al plantel aurorista, mientras la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) define el rumbo del balompié nacional.

El primer tanto lo marcó Vladimir Castellón, de penal. Así concluyó el primer tiempo, con la ventaja parcial para el Aviador, dirigido por el argentino Cristian Díaz.

El empate para el Equipo del Pueblo llegó en el minuto 10 del segundo tiempo, también por intermedio del penal. El colombiano Jair Reinoso, una de las fichas más efectivas del Celeste, se paró frente al pórtico del paraguayo Arnaldo Giménez y puso el 1-1.

Aurora, dirigido por Roberto Pérez, amplió la ventaja en el minuto 22. Darío Torrico halló la pelota de rebote y decretó el 2-1.

El 3-1 que terminó de derribar las ilusiones de Wilster llegó en el minuto 48, al filo del final. Oscar Vaca fue efectivo y sentenció la victoria celeste.

Mientras los jugadores alzaban el trofeo, el DT Pérez resaltó la intensidad de sus jugadores.

“Contento por el rodaje del partido y la intensidad que tuvieron los muchachos”, dijo.

El estratega Cristian Diaz, por su lado, expresó que la idea es concretar más partidos amistosos para aprovechar la pausa del torneo profesional.

“Hay que trabajar cada día, tener más amistosos como estos, crecer y recuperar el nivel que tuvimos en algún momento. Mas allá del resultado, uno siempre quiere ganar”, fueron las palabras del argentino.

Con el propósito de imprimirle mayor ritmo a su equipo, Díaz anticipó que gestionan el arribo de un plantel paceño, tentativamente, para el fin de semana, de modo que se dispute un encuentro amistoso.

“Esperemos lograr que pueda venir”, dijo, resaltó que se trató de un partido “lindo”. “Ganar siempre es lindo”.

CLÁSICO EMPAÑADO

Un bombero voluntario del SAR-Bolivia, que llevaba puesta la camiseta de Aurora, fue atacado por presuntos hinchas de Wilstermann, tras el clásico. Fue atacado cuando intentó proteger a su hermano, un menor de 13 años. De acuerdo con la denuncia, los atacantes llegaron a rompen su polera, llevarse el celular y golpearlo brutalmente.