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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Atletas ciegos, en emergencia: varios se dedican al arte público, pero no pueden trabajar

La ADDC, entidad que los representa, desea retomar las actividades, pero debe aguardar medidas. El deportista Ramiro Huanco detalla que reciben donaciones. El directivo Juan Marcos Antoriano quiere que la sociedad no los vea como “pobrecitos ni especiales”.

20200505025Deportistas subcampeones nacionales de goallball, en 2018.

Crédito: ADDCC62551000
20200505025Deportistas subcampeones nacionales de goallball, en 2018. Crédito: ADDCC62551000
Atletas ciegos, en emergencia: varios se dedican al arte público, pero no pueden trabajar

Toda colaboración es bienvenida al interior de la Asociación Departamental de Deportes para Ciegos Cochabamba (ADDCC), ente que aglutina y representa a 50 atletas afiliados no videntes o con escasa visión.

El presente que atraviesa este grupo social es muy adverso. Una de las actividades a la que se suelen dedicar los deportistas invidentes es a la de arte público, según confirmó el actual presidente de la entidad, Juan Marcos Antoriano, bastante afamado por ser aquel vendedor de caramelos que nunca falta cuando Wilstermann o Aurora juegan en el estadio Félix Capriles.

De hecho, Antoriano, además de comercializar golosinas durante los partidos sabatinos o dominicales siempre luciendo una sonrisa, se dedica al arte callejero. Munido de parlantes, canta junto a su esposa y una de sus hijas por la avenida San Martín.

La situación crítica fue contada en primera persona por el propio directivo, quien, por fortuna, no paga alquiler, pues vive en la casa de sus padres con sus pequeñas, de 2 años y medio y 7. “Tengo para sobrevivir unos 15 días. De aquí a la pospandemia será difícil la situación. Hacemos arte público. Una vez que pase la cuarentena, la misma gente no gastará alegremente. Las autoridades municipales, las gobernaciones y el mismo Gobierno central descuidan a las personas con discapacidad. Hay familias que tienen hijos con múltiple discapacidad visual, asociada a otra dolencia. No piensan en el sector”.

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La atleta Lourdes Mamani junto a su hija Rosalía, cantantes urbanas.Crédito: Gentileza Juan Marcos Antoriano


Antoriano, que practica goalball, relató la dificultad que experimentan atletas mujeres que enfrentan solas la maternidad. “Tenemos dos compañeras con bebés. Son Joelia y Veriviana. Joelia debe comprar la leche y pagar alquiler. Ellas vendían aretes por la avenida San Martín y Heroínas. Muchos compañeros ofrecen fósforos o galletas en las calles. Ahora, debido a esta cuarentena, todo se paralizó. También se encuentra doña Julia, que es madre soltera. Igual hay un joven que se llama Rodo. Él vive solo”.

“El deporte es salud”, reza el lema dirigido desde algunas instituciones y clubes. Y aunque parezca un cliché, en el ámbito de los atletas no videntes resulta una terapia muy necesaria. Así lo entiende Antoriano. “La actividad deportiva es parte de nuestra rehabilitación, pues estimulamos el cerebro y la motricidad. Cuando alguien pierde la visión se vuelve más desconfiada y temerosa”.

Ramiro Huanco, expresidente de la ADDCC y experto en los 100 y los 200 metros, coincide en que el momento es muy condicionante. “Le ha afectado económicamente a la mayoría esta situación. Faltan las primeras necesidades para la casa”.

Huanco, quien sueña con asistir a unos Juegos Paralímpicos, describió que la institución agrupa a 50 deportistas varones y mujeres de diferentes edades y que el anhelo propio es retornar a los entrenamientos. Claro que para ello falta la implementación de medidas de bioseguridad.  Quieren conseguir alcohol en gel y otros productos elementales para cuando llegue el momento. Estamos viendo cómo conseguir. Quizás visitemos los canales”.

El velocista vive en una habitación que le facilitó un tío, pero se cocina y compra los elementos de primera necesidad por su cuenta en un mercadito barrial (vive en Villa Pagador, en la zona sur). Solo los lunes sale.

Aunque, por el momento, cuente con recursos económicos para enfrentar el día a día, tampoco puede vender los bastones que produce. “He comenzado a elaborar bastones, pero comercializarlos me está costando porque no puedo enviarlos a mis compañeros. Como no hay platita, no van a poder comprarse”.

Huanco y Antoriano están abiertos a recibir colaboración por parte de la sociedad. Toda colaboración será gratificada con una sonrisa. “Tal vez nos puedan dar una manito, sobre todo para mis compañeros, que pasan más necesidad. Somos una asociación sin fines de lucro. Requerimos elementos de primera necesidad y también alcohol en gel para bioseguridad nuestra. Es lo que pedimos a la sociedad. Somos también parte de la población. Todo es bienvenido… arrocito y verdurita”. Los que puedan brindarles una mano, pueden contactarse con Ramiro a través del 72768227. También pueden llamar a Juan Marcos al 60386994.

Antoriano no quiso pasar por alto la oportunidad para dejar un mensaje claro: ellos no son “especiales”, sino personas comunes. Tampoco son “angelitos” “ni pobrecitos”. Quieren acabar con esa idea mediante el arte y el deporte. “Ese concepto tiene la sociedad de nosotros. No somos ángeles, somos como cualquiera. Nos alegramos, reímos, lloramos y razonamos”.