Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 00:24

Atleta cochabambina que es múltiple medallista supera la COVID-19 en Brasil

La atleta Vianca Pereira Zeballos fue a Río de Janeiro, Brasil, para una maestría en Reumatología, pero luego de cuatro semanas tuvo que atender a los pacientes de coronavirus, resistir los síntomas y vencer la pandemia. Cuenta el drama que observa cotidianamente en los hospitales por falta de equipamiento.
La deportista boliviana en una competencia que se realizó en Río de Janeiro.
La deportista boliviana en una competencia que se realizó en Río de Janeiro.
Atleta cochabambina que es múltiple medallista supera la COVID-19 en Brasil

La múltiple campeona nacional en las pruebas de fondo y mediofondo de atletismo, Vianca Natali Pereira Zeballos, venció una de las pruebas más duras de su vida como fue el coronavirus. La deportista cochabambina quien viajó a Río de Janeiro, Brasil, para realizar una maestría en la especialidad de Reumatología, pero se quedó trabajar y atender a los pacientes que son presa de la pandemia mundial.

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Vianca con el guardapolvo de médico antes de ingresar al hospital. GENTILEZA VIANCA PEREIRA

La fondista qhochala fue campeona nacional en los 800, 1.500. 5.000 y 10.000 metros planos. También participó en las maratones de Río de Janeiro, Porto Alegre, la maratón de Berlín, Alemania, Panamericano de Guadalajara y el Sudamericano de Cross Country de Brasil. Además, de lograr preseas de plata de oro, plata y bronce en los torneos internacionales de Perú, Colombia y Argentina, entre otros. Este año estuvo entre las primeras en las carreras 10K que eran organizadas por el Ministerio de Deportes.

La atleta cochabambina en una competencia de calle.

La atleta cochabambina en una competencia de calle.

La deportista explicó el drama que vive cotidianamente al atender a los pacientes con coronavirus en Brasil, uno de los países más golpeados en el mundo por la enfermedad.

La cochabambina observa dos realidades diferentes que deja tristeza e impotencia al mismo tiempo. Una es la que observa en las calles con la mayoría de las personas y parece todos normal, pero dentro de un hospital el drama es duro por la falta de camas, respiradores y unidades de terapia intensiva.

Pereira junto a un grupo de colegas médicos en un hospital. GENTILEZA VIANCA PEREIRA

Pereira junto a un grupo de colegas médicos en un hospital. GENTILEZA VIANCA PEREIRA

La medallista cuenta su experiencia en su trabajo diario y como superó la enfermedad que la tomó de sorpresa y la dejó por más de una semana en la cama con todos los síntomas que hacen a esta pandemia.

P: ¿Cuáles fueron los motivos para que vaya a Río de Janeiro?

R: Estuve realizando mi maestría y a las pocas semanas comenzó la pandemia y me dediqué solo a trabajar. Ahora, está todo parado en cuanto a la atención en las especialidades y consultas. Solo es atención de coronavirus.

En Brasil comencé a trabajar y cuando quería volver a Bolivia ya estaban cerradas las fronteras.

P: ¿Brasil es uno de los países con más casos en el mundo?

R: Sí, Brasil está con muchos casos positivos y todo está concentrado en Sao Paulo y Río de Janeiro, ciudades con mucha densidad demográfica. Río tiene la misma cantidad de población que Bolivia.

P: ¿Cómo fue esa experiencia de contraer la enfermedad?

R: Como yo estaba todos los días en contacto con los pacientes con coronavirus y con los médicos era un riesgo constante. Los veía a los colegas toser y con algunos síntomas extraños, incluso teniendo todos los cuidados necesarios dentro y fuera del hospital.

Uno tenía que hacerse la idea de que el contagio era inminente. Los médicos tenían la opción de irse a hoteles para evitar contagiar a sus familias. Yo estaba consiente que iba a contagiarme, pero no pasaba por mi cabeza cómo sería esa experiencia.

Una mañana cuando estaba yendo a trabajar sentí un dolor en mi espalda y pensé que era el cansancio por el trabajo y esas molestias fueron durante tres días.

Luego sentí frío, aquí (Brasil) todo es con aire acondicionado, y pensé que estaban muy fuertes los acondicionadores, pero cuando llegué a mi casa me tomé la temperatura y estaba con 39 grados de fiebre, me faltó aire y comencé a identificar todos los síntomas propios de la enfermedad.

Me agitaba mucho incluso para comer, falta de aire y comencé a tomar medicamentos y hacer tratamiento. Yo ya sabía cómo era el procedimiento y tener los cuidados, además, de estar atenta a cualquier complicación porque es un riesgo.

P: ¿Cuándo le dio la enfermedad?

R: Esto fue los primeros días de abril. Luego de 10 días fui mejorando y comencé a correr con calma.

El ejercicio respiratorio después de superar la enfermedad permite mejorar el funcionamiento pulmonar. Cuando corría me di cuenta que estaba mejorando de forma más rápida y luego de dos semanas ya estaba normal.

P: ¿Ahora sigue atendiendo a los pacientes y entrena?

R: Sí. Estoy entrenado y trabajando todos los días. Me levanto a las 4 de la mañana para correr un buen rato y luego voy al hospital para atender a los pacientes con coronavirus.

La atención es todos los días sí o sí, no hay como evitar el contacto constante y cotidiano con los pacientes con la COVID-19.

P: ¿Luego de superar la COVID-19, no se enfermó nuevamente?

R: Siempre he teniendo los cuidados necesarios dentro y fuera del hospital, gracias a Dios no volví a tener ningún síntoma. Al final es nuestro trabajo y no podemos evitar estar con los enfermos con la pandemia.

Por el momento, no hay una información oficial, solo algunos estudios que dicen que te vuelves inmune a la COVID-19, pero uno tiene que tener los cuidados necesarios.

P: ¿Qué le decía su familia desde Cochabamba?

R: No les dije nada cuando me enfermé para no preocuparlos. Lamentablemente estoy lejos de mi familia y les estoy llamando constantemente y todo el tiempo les voy aconsejando, porque allá es muy difícil la atención a los pacientes. Les pido que me consulten cuando identifiquen cualquier síntoma.

Ahora en Bolivia comenzarán a flexibilizar la cuarentena, no se sabe que pasará luego, el cuidado debe ser mayor.

Con relación a los medicamentos, no hay nada comprobado. Los médicos estamos actualizándonos constantemente para conocer un poco más de esta enfermedad, pero todos los días se están informando de nuevos medicamentos, pero ninguno está aprobado, no tenemos como decirles que usen.

Las personas están ansiosas y si se les dice algo todos comienzan a entrar en pánico y hay cosos de intoxicados como en Beni, es un riesgo para las personas. Lo único es tener cuidado y estar atento a algún síntoma.

P: ¿Se acostumbró al ritmo de trabajo y atender a los pacientes con el virus?

R: Ya acostumbrada. Se que cada jornada será muy agotadora porque no sabemos que nos esperará. He visto muchas cosas en el hospital es otro mundo ahí dentro, pero cuando salimos a la calle no pasa nada.

P: ¿Cuál es esa realidad a la que hace referencia?

R: En un hospital es un caos total por la gran cantidad de pacientes y no hay camas. Los enfermos tienen que esperar por el oxígeno y en algunos casos ante esta limitación tienen que morir. Se ve mucha desesperación de los pacientes que fallecen por falta de atención y equipamiento, entonces te sientes triste e impotente. Uno trata de hacer lo mejor posible, pero lamentablemente no se puede.

P: ¿En qué hospital trabaja?

R: En varios. Cada día trabajo en diferentes unidades de pronta atención de emergencia, son centros de salud de la familia y todos solo con emergencia de coronavirus.

Si hay personas con otras enfermedades se atiende solo en emergencias, pero es un riesgo para aquellos que tienen enfermedades de base. Se los atiende rápidamente y se trata de mandarles, lo antes posible, a su casa.

P: ¿Cómo es la atención a los internados con otras enfermedades?

R: Los separan por salas solo coronavirus y los otros pacientes con infartos, cáncer, diabetes y otros. El médico es diferente y su ropa también. Se trata de mantenerlos menos posible en los hospitales y las visitas están restringidas.

P: ¿Ahora se prepara para alguna competencia?

R: Sí. Yo sigo entrenando sin saber que pasará más adelante. Primero tiene que pasar esto (COVID-19) y se prevé que durará como un año aproximadamente.

Me gusta el atletismo, sigo corriendo y trabajando. Tengo previsto quedarme unos cuatro a cinco años, pero apenas pueda iré a visitar a mi familia en Cochabamba.

La cochabambina tiene el propósito de seguir corriendo en las diferentes competencias que se organicen en Brasil y otros países. Asimismo, crecer como médico en la especialidad de Reumatología. También expresó que extraña a su familia y la tierra que le vio nacer.