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  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
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MIGRANTES

Alcócer es administrador del Hospital de Veteranos en Miami y fue jugador en la Llajta

Es hijo del extinto goleador de Wilster Máximo 'Tutula' Alcócer. Como buen valluno le gusta el escabeche, lechón y chorizo
Máximo Alcócer (centro) en la Copa Simon Bolivar, jugando para Enrique Happ en 1996. CORTESÍA
Máximo Alcócer (centro) en la Copa Simon Bolivar, jugando para Enrique Happ en 1996. CORTESÍA
Alcócer es administrador del Hospital de Veteranos en Miami y fue jugador en la Llajta

El valluno Máximo Alcócer Jr. es administrador del Hospital VA (veterans administration) que está en la ciudad de Miami, Estados Unidos, donde radica hace más de dos décadas. Está casado con la cochabambina Samara y tiene dos hijos Máximo y Paulo.

Es descendiente de uno de los goleadores de Wilstermann de los años 60 y 70, Máximo 'Tutula' Alcócer, quien conquistó el único título de la historia del balompié nacional en el Sudamericano de 1963, en el estadio Félix Capriles.

"Yo me vine a Estados Unidos en 1998 para continuar mis estudios universitarios y luego encontré un trabajo en el Gobierno. Poco después, el Estado me envió a Alemania donde estuve como 5 años, mi hijo Paulo nació allá. Posteriormente, retorné a EEUU al estado de Georgia, cerca de Florida. Hace tres años me vine para Miami porque es más cerca para viajar a Bolivia", dijo.

Explicó que trabaja con los retirados de las Fuerzas Armadas de ese país y los colabora con los beneficios que les otorga el Gobierno como: atención médica y educación, entre otros.

"En todo el tiempo que estoy trabajando (20 años) en esta institución solo he conocido a dos bolivianos, uno de La Paz y otro de Cochabamba, ambos también veteranos que se retiraron aquí (EEUU), pero ya perdieron esa conexión con su país de origen", comentó.

Explicó que no tiene la posibilidad de realizar otras actividades (entretenimiento o deportivo) con otros compatriotas debido al trabajo que realiza y porque sus hijos Máximo y Paulo se independizaron.

"Desde que se fueron mis hijos casi no tengo ninguna actividad. Mientras ellos estaban conmigo los acompañaba a sus partidos  de fútbol, donde he conocido a varios bolivianos. Ahora es el trabajo y estar pendiente de lo que hacen los chicos", dijo.

Calificó la ausencia de sus hijos como "un cambio difícil" porque estaba muy acostumbrado a compartir con ellos, pero hoy tiene la compañía de su esposa (Samara), quien también siente la ausencia de sus descendientes.

Máximo recordó que vivió su infancia y parte de su juventud en la zona del kilómetro 7 de la Avenida Capitán Víctor Ustariz, donde pasó inolvidables momentos con los amigos de barrio y con los partidos de fútbol.

"Cuando voy a Cochabamba termino con una indigestión, pero como cualquier cochabambino no podemos alejarnos de la comida. Claro que me hace daño porque aquí tenemos una disciplina en la alimentación. Me gusta el 'choricito' del restaurante Tunari, el que está al frente de ELFEC, y cuando es lunes degusto de un escabeche o lechón con su llajua acompañado de una buena tutuma de chicha, cerca de mi exbarrio", recordó con emoción y nostalgia.

Dijo que en Miami existen restaurantes bolivianos, pero el sabor y el 'misky' de los platos cochabambinos no son los mismos.

"Todo es diferente. El qhochala si no juega rayuela, no toma chicha y no come bien, no es llajtamasi", dijo Máximo.

Siguiendo los pasos de su extinto progenior Máximo 'Tutula' Alcócer, quien fue jugador de Wilstermann y campeón del Sudamericano de 1963 (hoy Copa América) con la Verde, recordó que jugó como atacante en los equipos de Cala Cala y Enrique Happ en la Copa Simón Bolívar. Luego practicó futsala y logró títulos nacionales con Univalle y también representó al país en varios torneos sudamericanos.

"Fue muy difícil cargar el apellido, especialmente para mí porque era la primera generación. Ahora para mi hijo es algo pesado porque hay alguien que quiere comparar con lo que hizo mi padre 'Tutula' . En mi caso, yo era delantero, pero mi hijo (Paulo) es zaguero del club Bolívar de La Paz y también fue parte de las selecciones bolivianas Sub 15, Sub 17 y Sub 20, como defensor", dijo.

Explicó que su hijo mayor (Máximo) tras lograr el bachillerato se fue a Cochabamba para fichar en Wilstermann, pero ese año (2010) el club perdió la categoría. Recordó que la desorganización en la entidad Roja fue grande y no pudo quedarse en la entidad aviadora.

"En ese entonces el principal objetivo era volver a primera, como sea, y no tuvo la posibilidad de quedarse. Hoy es entrenador en una academia de fútbol y también trabaja en la parte administrativa".

La situación que vive el mundo por la pandemia de COVID-19, no es algo ajeno para él y su familia, quienes siguen las recomendaciones de prevención para evitar el contagio del virus que se llevó miles de vidas.

"Nos cuidamos de la mejor manera y evitamos cometer imprudencias, porque la salud es lo primero, sin eso no tenemos nada", culminó Máximo, quien no tiene una fecha definida para retornar al país y ver a su hijo defender la camiseta de la Academia paceña.