Tras una demora de prácticamente dos días, Wilstermann finalmente partió la mañana de este martes hacia Chile (7:05) para enfrentar esta noche (20:30) a Everton en Viña del Mar por su debut en la Copa Sudamericana. 

Fueron días y horas de mucha tensión para la escuadra qhochala por el presente deportivo, la situación económica y la demora que le impidió llegar a tierras trasandinas en los plazos que establece la Conmebol. 

Por fin, el Aviador logró "desplegar alas" y llegará "raspando" para cumplir su compromiso internacional. Sin embargo, se prevé que su rendimiento se vea mermado por el cansancio físico.

Fue una espera muy prolongada para el conjunto aviador, que esta jornada deberá estrenarse en la competencia internacional. Se estima que la institución no sea multada, puesto que se trata de la primera vez que incurre en una acción similar. La normativa de la Conmebol señala que el grupo debe estar en la sede del encuentro con 24 horas de antelación.

De todos modos, más allá de la sanción, el desgaste en los jugadores del plantel cochabambino se ha reflejado en la molestia de los futbolistas, que han expresado su malestar mediante publicaciones en redes sociales.

Wilster no pasa por un buen momento. Los focos y las críticas apuntan al DT chileno Miguel Ponce, quien, hasta el momento, no ha conseguido convencer a la hinchada, de la misma forma que no logró convencer a parte de la dirigencia. Cabe recordar que el vicepresidente del Rojo, Renán Quiroga, expresó, anteriormente, que posiblemente se "equivocaron" al contratarlo.

El malestar también se ha notado en el volante argentino Cristian el Pochi Chávez, quien el sábado, después de la derrota (1-2) contra Tomayapo en el estadio Félix Capriles, por la séptima fecha del grupo B del Campeonato Apertura de la División Profesional, el jugador dijo: "Ya estoy grande para que me pregunten si quiero jugar o no".

Esto, luego de que no jugara en ese compromiso.