Luego de que le comunicaran que era él la persona que había dado positivo en la prueba de dopaje de la 10K de septiembre de 2018, la desazón fue inevitable para el fondista cochabambino Juan Carlos Huiza. El proceso de recuperación anímica le tomó algunos meses. De hecho, cuando recuerda todo lo vivido en aquel momento, no encuentra otro modo que simplificarlo con dos palabras: “una pesadilla”.

En mayo de 2019 la Federación Atlética de Bolivia (FAB) informó sobre la sanción retroactiva de Huiza mediante su página web. De acuerdo con el castigo, el atleta, de 23 años, había consumido metabolito de cocaína.

Desanimado por lo acontecido, al poco tiempo se enteró de que arrastraba dos problemas en la rodilla derecha: una tendinitis rotuliana y una bursitis. Las cosas no iban nada bien.

Sin embargo, lejos de entregarse a la depresión, el maratonista (múltiple campeón de la carrera pedestre creada por el exmandatario Evo Morales) decidió aprovechar el parate para estudiar en la universidad. Retomar los libros y apuntes le costó al principio, pero lo consiguió y está seguro de que fue una de sus mejores elecciones.

“Solo Dios y yo sabemos lo que realmente pasó. Mi intención nunca ha sido hacer trampa o sacar ventaja con juego sucio. Al contrario, siempre estuve en contra de eso”, asegura Juan Carlos, ilusionado con regresar con más fuerza, a poco más de cuatro meses para cumplir su sanción.

P: ¿Cómo es tu presente?

R: Justo después del positivo, tuve una molestia en la rodilla. Luego hice fisioterapia. Casi todo este año estuve así. Estaba preparándome para una competencia antes de la sanción y ahí me vino la lesión. Como estaba castigado y no podía competir, no hubo tanto apuro para recuperarme. He tratado con varios doctores y al final ahora estoy con ondas de choque. Gracias a Dios, ya me encuentro mejor.

P: ¿A qué se debió tu lesión?, ¿qué dijeron los doctores?

R: Sentía dolor. Tenía una tendinitis rotuliana más una bursitis. El primer médico que fui solo me detectó un problema. Así, pase como por cinco especialistas. Transcurrió el tiempo. Estaba un poco decaído, pero empecé a estudiar y ahora estoy con la universidad.

P: ¿Retomaste cosas que antes no podías hacer?

R: Exacto. Estudio Administración de Empresas en la San Simón. Voy en cuarto semestre. Me va bien. Al principio fue duro. Tenía otras metas, pero ello me ayudó bastante. Siempre se aprende algo. Ha sido una experiencia bien linda y me enseñó muchas cosas. Aprendí a valorarme y a valorar lo que tenía.

P: Y te enseñó a pensar que es posible hacer otras cosas, también…

R: Sí. Uno no puede mantenerse decaído por mucho tiempo, tampoco. Me tocó levantarme, fue duro. 

P: Cuando a uno le prohíben hacer lo que más le gusta, debe ser muy duro…

R: Sí. Me estaba preparando para una carrera. Había competido todo el año y clasifiqué para representar a Bolivia en la San Silvestre de Brasil. Me sentía emocionado. De pronto, un día fui al mercado. Me encontré con mi entrenador, de casualidad, y me dijo que le habían llamado y que era de Cochabamba (el positivo). Yo, ni idea. Después ya me confirmó mi nombre. Ahí comenzó la pesadilla. Agradezco a las personas que han estado apoyándome. A todos nos pone obstáculos la vida. Es cuestión de superarlos. Me tocó, pero ahora estoy bien y puedo decir que me siento mejor. Estoy estudiando y tengo planeado volver con más fuerza. Ya veremos.

P: ¿Tienes el deseo fuerte de regresar?

R: Sí. Lo de mi rodilla fue como algo que encajó ahí. No pude correr, tampoco tenía mucho apuro en recuperarme, pero ahora cumplo (la sanción) en septiembre. No falta mucho. Tenía planeado ya, en estas fechas, empezar a trotar. Ahora hago fortalecimiento en casa. He dejado el atletismo casi un año y el cuerpo necesita regresar con calma. No quiero apresurarme y lesionarme otra vez. Tengo pensado volver, pero todo a su tiempo.

P: Eras un exponente fuerte en la 10K, ¿la extrañas?

R: Bastante, más que todo por la competitividad, pero uno tiene que saber que no solo depende de eso. Esas carreras fueron una ayuda muy grande para que los deportistas pudiéramos competir afuera

P: ¿Qué lección sacas de todo lo que te pasó?

R: Se dijeron muchas cosas, pero solo Dios y yo sabemos lo que realmente ha pasado. Mi intención nunca ha sido hacer trampa o sacar ventaja con juego sucio. Al contrario, siempre estuve en contra de eso. Mi evolución no ha sido brusca. Empecé a los 18 en los Plurinacionales. Sería extraño que de la noche a la mañana empezara a ganar. Para mí fue muy difícil  llegar. Incluso, hubo veces en las que iba y no entraba en las competencias. Me quedaba llorando. Lo poco que invertía en mis pasajes, lo perdía. Han sido cosas muy difíciles para mí en ese tiempo. La lección es que cada uno debe disfrutar del día a día.