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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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CARLOS MESA GISBERT, EX PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, HABLA DE LAS LUCES Y SOMBRAS DE LA DEMOCRACIA. ASIMISMO, CUENTA SOBRE LOS APORTES DE SU GOBIERNO Y SU ALIANZA CON GONZALO SÁNCHEZ DE LOZADA

“La democracia es triunfo del pueblo y adquirió madurez”

“La democracia es triunfo del pueblo y adquirió madurez”

El exmandatario Carlos Diego Mesa Gisbert, un vicepresidente elegido por voto popular que asumió la presidencia por sucesión constitucional en octubre de 2003 hasta junio de 2005, reconoció que la democracia es “un triunfo del pueblo boliviano”, que después de 30 años adquirió una madurez que debe ser preservada y entendida por la conciencia democrática de los ciudadanos y políticos.

“El riesgo o problema de la democracia está en que el ciudadano boliviano no entendió que el nuevo pacto que es la Constitución 2009 implica no solo derechos sino deberes, de respetarla y cumplirla, le guste o no”, reflexionó.

A su estilo, con fundamentos históricos y académicos, Mesa respondió a una serie de preguntas referidas a la democracia en una entrevista concedida a Opinión en instalaciones de una oficina de su Fundación.

Fue muy directo y puntual en resaltar las luces y sombras de estos 30 años de democracia ininterrumpida, además de identificar el error de Gonzalo Sánchez de Lozada de reprimir al pueblo en una acción antidemocrática, lo que le obligó a alejarse del entorno gubernamental.

También se refirió al gobierno del presidente Evo Morales, de quien reconoce su legitimidad histórica que le da dos elecciones ganadas con votaciones por encima del 50 por ciento, pero ve el riesgo del ‘prorroguismo’: el MAS como único partido en el país y supeditar desde el Ejecutivo a los demás órganos del Estado para la hegemonía política sin el pluralismo democrático.

Con todos estos matices, el expresidente destacó las fortalezas democráticas como lo evidencian estos 30 años ininterrumpidos, pero reflexionó a la ciudadanía y políticos a ser responsables con lo que ofrecen las libertades democráticas.

Mesa Gisbert, prestigioso periodista televisivo e historiador, fue elegido como Vicepresidente, en binomio con el presidente  Gonzalo Sánchez de Lozada, a quien sucedió tras su renuncia.

OPINIÓN (O).- ¿Cuál su evaluación de estos 30 años de democracia?

Carlos Mesa (CM).- Se trata de un logro histórico sin precedentes. Es el periodo más largo de democracia en toda la historia de Bolivia, es un triunfo del pueblo boliviano, sobre todo en el 1978 – 1982 que fue el más duro de las últimas dictaduras, cuando se manifestó la actitud heroica de los ciudadanos y también la acción de los partidos políticos, que contribuyeron a que las Fuerzas Armadas entreguen pacíficamente el poder el 10 de octubre de 1982.

O.-  ¿Cuáles las luces de este periodo?

CM.- El que Bolivia haya vivido como nunca antes en su historia con una Constitución de 1967 con sus correcciones y después la del 2009, a la que el pueblo puede apelar por sus libertades ciudadanas, consideración en torno a los derechos humanos, la posibilidad de darles voz a los sin voz, la libertad de expresión. Asimismo, un desarrollo económico social que comenzó a tomar en cuenta a la gente más pobre, a través de la lucha contra la pobreza, no solo en el periodo actual sino en la democracia que ha generado resultados muy importantes, y el acortamiento de la brecha entre los ricos y pobres.

Hay que decir que hemos tenido estabilidad económica y política, salvo el periodo crítico 2002-2005, además se tuvo el momento de mayor construcción de infraestructura del país, de

edificación de carreteras que han unido a Bolivia.

O.- ¿Cuáles las sombras?

CM.- Entre las sombras vemos a los partidos políticos tradicionales, fundamentalmente el triángulo MIR, ADN y MNR que dominaron la política en Bolivia desde 1985 hasta el 2003, y se convirtieron en maquinarias electorales, creyendo que todo se arreglaba ganando elecciones con una mínima votación y con mayoría en el Parlamento. Esto generó circuitos de poder, élites políticas económicas y sociales que se beneficiaron de la administración de poder, niveles de corrupción preocupantes que lamentablemente este gobierno (Morales) no logró resolverlos.

Un elemento terrible de este proceso es el número de muertos en democracia, como producto de conflictos sociales, salvo periodos como los que llevé adelante en defensa de los derechos humanos.  

O.- ¿El gobierno de Morales será totalitario en democracia como dicen los opositores?

CM.- La palabra totalitaria es excesiva, no creo que esta palabra cuadre con el actual Gobierno porque tiene una incuestionable legitimidad de origen a través de dos elecciones presidenciales -el 2005 y el 2009- con porcentajes de votos realmente históricos y extraordinarios. Sin embargo, no es consecuente con ese caudal de votos, porque no está llevando el ejercicio de respeto a la independencia de los poderes y se utiliza la judicialización de la política para enfrentar a los opositores.

O.- ¿Cuán democrático fue el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada y Carlos Mesa?

CM.- El periodo 2002 y 2003 tienen algunas características paradójicas, el mandatario Gonzalo Sánchez de Lozada entre agosto y diciembre de 2002 se reunió cinco veces con el líder del MAS, Evo Morales, para intentar una pacificación del país y una gobernabilidad con el sector de los cocaleros, lo que mostró voluntad de alcanzar acuerdos pacíficamente, eso no pudo ser.

En enero de 2003, el actual mandatario hizo un bloqueo nacional de caminos que generó una polarización que ya no tuvo remedio. A partir de ese bloqueo el crédito de Goni, que ya era bajo, disminuyó y se produjo el motín policial que ya fue fatal en febrero de 2003. A partir de ese momento, el exmandatario perdió la brújula de cómo entender al pueblo y esto se remata en septiembre y octubre en el que la respuesta de Sánchez de Lozada es desmesurada. Yo creo que ahí sí podemos hablar de la pérdida de la perspectiva de lo que era entre la visión democrática y acción represiva.

En septiembre y octubre de 2003, Sánchez de Lozada pierde la perspectiva de la noción de democracia. Esa fue la razón por la que decidí romper con el Presidente de entonces y me alejé del Gobierno por no compartir el accionar represivo.

O.- ¿Cuál es la diferencia entre los gobiernos de Sánchez de Lozada y Mesa?

CM.- Básicamente mi gobierno tuvo un objetivo inicial que era la pacificación del país y se logró, y segundo una vocación intransigente de la defensa de los derechos humanos sobre la vida como elemento sagrado que había que respetar. Creo que ésa fue la diferencia fundamental con la gestión de Goni.

Me siento tranquilo con mi conciencia, y precisamente por respetar la defensa de los derechos humanos es que decido renunciar a la Presidencia para no repetir los libretos de octubre de 2003.

O.- ¿Hay condiciones para que retorne la dictadura actualmente?

CM.- No, yo creo que no, pero la intención del presidente Evo Morales de ir a un tercer mandato, me parece inconstitucional porque vulnera la Constitución Política del Estado.

Más allá de eso tiene que ser pluralista, dialogar con la oposición; tiene que terminar la judicialización de la política, tiene que mostrar una voluntad de respeto a las reglas de juego de su propia Constitución.

O.- ¿Después de 30 años, la democracia adquirió una madurez?

CM.- En una parte sí y en otra no. Primero sí, porque llegamos a 30 años de democracia y, es más,  hemos resuelto democráticamente la peor crisis histórica que fue octubre de 2003. Ahí se puso a prueba y con fuego si podíamos continuar con la democracia o no. El hecho de que mi persona llegue a la Presidencia fue la garantía de que en las peores circunstancias se respetó la sucesión constitucional.

La fragilidad o problema está en que el ciudadano boliviano no entendió que el nuevo pacto, que es la

Constitución 2009, implica no solo derechos sino deberes de respetarla y cumplirla, le guste o no.

Estamos viendo todos los días los bloqueos, la violencia, la muerte, la dinamita, el enfrentamiento, son elementos que muestran que no hay conciencia democrática. Si los ciudadanos no tomamos conciencia de nuestra obligación democrática, la democracia puede correr peligro, pero ya no como el viejo esquema que venga un militar que dé un golpe de Estado, sino porque

hagamos ingobernable el país.

El caso de Sánchez de Lozada nos debió enseñar una lección, es decir, ya hemos vivido esa experiencia, para qué vivirla?

O.- ¿Cuál el peor error del gobierno de Evo Morales?

CM.- El peor error es creer que cuando se llega al poder para hacer un cambio

transcendental, ese cambio te da derecho para quedarte en el poder para siempre, porque si una sola persona representa al proceso de cambio cuando esa persona muera, el cambio también morirá?

Entonces eso quiere decir que el proceso de cambio de este Gobierno no tiene una vigencia de larga data histórica. Hay que terminar con la idea que el proceso de cambio,es un partido y un Presidente que ha llegado al Gobierno para quedarse para siempre. El MAS, no Evo Morales, debe enfrentar la posibilidad de perder una elección.

O.- ¿En su gestión cuáles fueron los aportes a la democracia?

CM.- En mi gestión se logró la reforma constitucional que incorpora la Asamblea Constituyente que no estaba contemplada en la Carta Magna y sin la cual no se hubiera podido tener una nueva Constitución Política del Estado como actualmente tenemos. Luego está el referendo que es una forma de consulta de participación popular que permitió el cambio de la política de hidrocarburos del país. Además el fin del monopolio de los partidos tradicionales, porque se abrió espacio en las elecciones a agrupaciones ciudadanas y pueblos indígenas y, por último, la convocatoria de elección directa de prefectos que viabilizó las autonomías. Con todo, hemos contribuido a profundizar la democracia en Bolivia.