Además de las decenas de miles de muertes que provocó, el terremoto del lunes en Turquía y Siria también dañó patrimonio mundial localizado en la región, según advirtió la Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura de la ONU (Unesco).

“Nuestra organización prestará asistencia en el marco de su mandato”, declaró Audrey Azoulay, directora general de la Unesco.

Portavoces de la entidad informaron que ya iniciaron un primer estudio de los daños causados, para luego tomar otras medidas y acciones.

Entre los lugares afectados están la ciudad vieja de Alepo (norte de Siria) y la fortaleza de Diyarbakır (sur de Turquía), pero la Unesco señaló que al menos otros tres lugares declarados Patrimonio de la Humanidad también podrían estar afectados, entre ellos el famoso yacimiento arqueológico de Nemrut Dag.

El sismo que sacudió los dos países a primera hora del lunes afectó a una de las zonas que ha visto surgir milenarias civilizaciones, desde los hititas hasta los otomanos.

Devastada por cuatro años de combate, la vieja Alepo preocupa especialmente por la ciudadela, los zocos y el minarete de la Gran Mezquita.

En el caso de Turquía, alertan el derrumbe de varios edificios de la fortaleza de Diyarbakır y los jardines de Hevsel, importante centro de las épocas romana, sasánida, bizantina, islámica y otomana, acaparan el foco de atención de los expertos.