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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Schrader y Sorrentino reparten emoción en Venecia con sus nuevos filmes

El italiano presentó “Fue la mano de Dios”, una autoficción y el estadounidense recibió aplausos sobre su particular historia de un apostador. 

Oscar Isaac y Paul Schrader en la alfombra roja de  Venecia, ayer.  EFE
Oscar Isaac y Paul Schrader en la alfombra roja de Venecia, ayer. EFE
Schrader y Sorrentino reparten emoción en Venecia con sus nuevos filmes

La segunda jornada de la 78ava edición del Festival Internacional de Cine de Venecia destacó en sus exhibiciones de ayer “Fue la mano de Dios” de Paolo Sorrentino, una película autobiográfica en la que confronta la tragedia que marcó su vida siendo adolescente, la muerte accidental de sus padres por una fuga de gas; y “The card counter”, del estadounidense Paul Schrader, un dilema entre la venganza o la redención de un hábil jugador de póker. 

El título de la cinta de Sorrentino es un homenaje a Maradona, ídolo futbolístico del director de "La gran belleza" y protagonista involuntario del suceso, ya que los padres de Sorrentino (Nápoles, 1970) murieron durante una escapada de esquí a la que él prefirió no acudir para no perderse el partido del Nápoles en el que jugaba el astro argentino.

"Fue una época muy dolorosa", admitió ayer en rueda de prensa el director. Solo ahora, añadió, recién cumplidos los 50 años, encontró la madurez y la distancia adecuadas para poder contarlo de la mejor manera que sabe.

"Soy muy miedoso en la vida, pero valiente en mis películas, supongo que es una forma de coraje diferente", señaló flanqueado por sus actores, Filippo Scotti, que encarna a su alter ego juvenil, su intérprete fetiche Toni Servillo, aquí convertido en su padre y Teresa Saponangelo, que hace de madre.

SCHRADER Y SU RETO A LA MOSTRA

Muchas veces los fantasmas del pasado son difíciles de espantar y así lo demuestra esta película producida por Martin Scorsese y con la que Schrader, escritor de obras maestras del cine como "Taxi driver" (1976) o "Toro salvaje" ("Raging Bull",1980), ha lanzado un órdago en la Mostra. El protagonista es William Tell (Isaac), un misterioso apostador con un pasado como represor en la cárcel de Abu Ghraib, de donde en 2003 emergieron toda clase de torturas de los agentes estadounidenses a los reos iraquíes.

A lo largo de sus ocho años en prisión por sus crímenes, Tell ha desarrollado una gran habilidad con las cartas que utilizará al retomar su libertad, compitiendo en los torneos de los principales casinos.