Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 11:18

TARIFA PARALIZÓ SUS ACTIVIDADES POR SEIS MESES

Pío, un educador de la voz que pasa al mundo digital a los 78 años

El director de la academia Scala y reconocido en el ambiente artístico aprende el manejo de las herramientas virtuales. Volverá a dar clases de manera no física. “No le tengo miedo al virus”, asegura.
Pío, un educador de la voz que pasa al mundo digital a los 78 años

Pío Tarifa no le teme a los cambios. Este paceño da el salto y pasa de la enseñanza presencial a la virtual a los 78 años. Una transición que puede ser temida para otros supone un reto lindo para el cantante, formador de la voz y director de la academia de canto Scala, que se encuentra en la recta final del diseño de sus cursos. Está ansioso. Tiene muchas ideas.

Avisa, de un latigazo, que el coronavirus tampoco le genera temor. “No le tengo miedo al virus. Desde el principio fue así”.

Mantuvo su escuela durante seis meses sin actividad alguna. La pandemia lo obligó a bajar la persiana y a cortar, de un zarpazo, los ingresos que le eran útiles para solventar los gastos del alquiler. Pero Pío se relanza. Se encuentra dispuesto a la transformación el hombre que saca pecho al recordar que fue parte del Cuarteto Indio, mismo en el que compartió espacio con las mejores voces bolivianas de la época, como Adolfo Albino y Enrique Reinick, conocido este último como Pajarito.

Aquí, las apreciaciones de un maestro de la música que nació en La Paz, pero que abraza a Cochabamba desde hace tres décadas.

P: ¿Cómo lo encontró la pandemia? 

R: De la noche a la mañana hubo cuarentena y hemos tenido que cerrar. Estoy seis meses en la academia sin generar nada, pero tengo la obligación de seguir pagando mensualmente. Eso preocupa. Ahora comienza a reactivarse todo. No podemos vivir en confinamiento de por vida. Estamos con las manos atadas. Los bloqueos hicieron crecer los números (de contagios). Lo de K’ara K’ara, con semejante pandemia, es una barbaridad. No tenemos Gobierno, lamentablemente. Estamos abandonados. Es una pena, pero eso no quiere decir que no debamos seguir adelante.

P: ¿Le resultó muy difícil este proceso?

R: Es la primera vez que hemos sentido algo semejante. Es preocupante por su impacto. Poco a poco me fui acostumbrando. No le tengo miedo al virus desde el principio. Con el temor debilitamos nuestro cuerpo. Debemos estar con las defensas altas siempre.

P: Se enfrenta a una dinámica nueva que es, justamente aquello de migrar a la plataforma virtual…

R: Sí, pues, estoy aprendiendo y entrando a la era virtual. Me están enseñando bien. Sé ingresar, puedo comunicarme y hacer uso del Zoom. 

P: Ya se encuentra a punto de dar clases virtuales…

R: Voy a comenzar. Estoy haciendo propaganda para ver desde qué día. Los precios serán económicos, de fácil acceso para todos. A manera de que brinde clases me daré cuenta de lo que pase y cómo deben aprender mis alumnos. Son importantes los ejercicios vocales, el timbre de la voz y todas las técnicas de un cantante. Además, también sirven para presentadores, pues estos suelen lastimarse la voz. Daré los cursos desde mi estudio de grabación, en mi computadora, a través de la aplicación Zoom. Tiene que ser como si estuviéramos en vivo. Serán grupales. Recibiré hasta seis personas. 

P: ¿Cuándo piensa reactivar la atención?

R:Este mes. Dividiré las clases en 10 días. Puede ser lunes, miércoles y viernes, o martes, jueves y viernes.

P: En la crisis se abren nuevas oportunidades…

R: Esto demorará un poco, pero se normalizará todo. Debemos prepararnos. Los invito a que vayan a la academia Scala. Ya tenemos 30 años de antigüedad formando cantantes profesionales. Han salido muchos de aquí, pues nos hemos especializado en la educación de la voz. Llevo más de 50 años en la música y mi voz se sigue manteniendo. Tengo buena potencia y elevo notas altas.

CONTACTO Los que deseen tomar los cursos virtuales, deben comunicarse con Pío Tarifa a través del número de WhatsApp 70792747. El artista también ofrece la opción de entrenar las cuerdas vocales de manera presencial, entre el profesor y el alumno, no en grupos.