Siguiendo la temática de la Feria Internacional del Libro de Cochabamba (FILC) de este año: 50 años del alunizaje, los expositores ofertan obras científicas de carácter académico y de ciencia ficción que se ambienten en el cosmos. 

Dentro de la primera sección, “Universo y planetas” de la editorial Lexus comprende un compendio textual y visual de todo lo conocido por el hombre sobre el espacio con imágenes inéditas proporcionadas por la NASA. Puede ser encontrada en el stand de la editorial Don Bosco. Por otra parte, el Rincón del Libro ofrece obras  que exploran las relaciones solar-terrestres, las cosmología y los fenómenos físico terrestres.

“El sol y la tierra: una relación tormentosa”, “¿Qué hubo antes del Big Bang?”, “La inquieta superficie terrestre” y “Un universo en expansión” son algunos de los títulos que pueden ser encontrados en esta librería. 

Del mismo modo están presentes obras del máximo representante de la física Stephen Hawking con “El futuro del espaciotiempo”, “El universo en una cáscara de nuez”, “Breves respuestas a las grandes preguntas”, “Historia del tiempo” y “La teoría del todo”, disponibles en El Baúl de Libro y Los Amigos del Libro. 

Por otro lado, dentro del género de ficción están disponibles grandes expositores   como el precursor de este estilo Julio Verne con “De la tierra a la luna”, quien se adelantó al lanzamiento de un objeto a la luna 100 años antes; “La trilogía de la fundación” de Isaac Asimov, considerada la mejor serie de ciencia ficción universal, imaginado la creación de un imperio expandido por toda la galaxia; y “Una odisea espacial” de Arthur C. Clarke, que inspiró el mítico filme “2001: Una odisea en el espacio” de Stanley Kubrick.

Estos títulos se pueden encontrar en los stands de Yachaywasi, Encantalibros, Lecturas y Los Amigos del Libro. 

MUSEO Como se había prometido un museo conformado por paneles informativos, piedras lunares y exbecarias que funciona como guias se emplaza en un espacio de 80 metros de la feria; sin embargo, el traje original de astronauta que estuvo presente en la inauguración fue trasladado por la Embajada de Estados Unidos.

Desde la Cámara del Libro, se argumenta que aún se ve la posibilidad de disponer la pieza por ser “especialmente delicada”.