El documental “En el murmullo del viento”, seleccionado entre los 16 productos audiovisuales de la VI edición de la DOCTV Latinoamérica, será proyectado hoy (19:00), en el salón del Centro Simón I. Patiño, ubicado sobre la avenida Potosí (número 1450).

El filme rescata los elementos rituales y vivenciales del norte de Potosí y está bajo la conducción de Nina Wara Carrasco, periodista y cineasta potosina, que radica en México desde hace más de 25 años.

El documental aborda los relatos fantásticos narrados por el padre de Carrasco, sobre la música del norte de Potosí en Bolivia, que la llevaron de regreso a Llallagua, su “idílico lugar de infancia”, para explorar los elementos que conforman el misticismo de la ritualidad en esta zona. Se enfrentará a la desazón del paso del tiempo, el desarraigo y el extranjerismo.

La película estuvo en principio en las pantallas de la red DOCTV de Latinoamérica, ahí comenzó su vida. Después se fue a Estados Unidos, al LASA Film Festival, a Turquía al festival FilmAmed, ganó mención honorífica en el festival de Amazonia DOC, mención honrosa en el Festival de Arica Nativa, Mejor Guion Sonoro de la II Bienal do cinema sonoro en Brasil, también estuvo recientemente en el Latino & Iberian Film Festival at Yale, en la Universidad de Yale en Estados Unidos. En la 13 Muestra de cine y video indígena de Chile y en el Festival Transcinema de Perú. 

Posterior a su estreno en Cochabamba, Carrasco prevé llevar esta “ópera de prima” a cines en México y otros lugares, según indicó en una entrevista con La Ramona de OPINIÓN, l publicada el anterior domingo.

La sinopsis del documental resalta el misticismo de la ritualidad en Llallagüita. 

“En las comunidades del norte de Potosí, en Llallaguita,  Irupata, Chayanta, etc.; todas las cosas que hacen están ligadas a la percepción y a la relación que existe en su entorno”, explicó Carrasco.

El documental tiene el objetivo de realizar una descripción de los rituales de las comunidades del norte potosino, “a partir de la vivencia misma”.  

“Cada acción, por ejemplo el ch’allar, cada vez que se visita un cerro sagrado, juntarse para mascar coca, son elementos que conforman la vida cotidiana, pero son acciones completamente místicas, ligadas a su relación con los dioses. El tinku por ejemplo, es un ritual de ofrenda para la tierra. No tiene nada que ver con el baile. Es más en las comunidades no existe una danza del tinku”, señaló la cineasta.

Carrasco, asimismo, busca describir la importancia de la música en el diario vivir de quienes conforman las comunidades.

“La música del norte de Potosí es diversa. Pero no solo diversa, sino que también está ligada a la ritualidad.  Lo que yo quise decir con este proyecto es que detrás de todo lo que sucede en esos lugares hay razones muy complejas. Tuvimos la suerte de que Teodoro, nuestro personaje principal, nos explicara con calma y paciencia cuál es el papel que juega la música en la vida de la gente. Es una manera de comunicarse con la naturaleza. Ellos no tocan solo por diversión”, indicó. 

Otro elemento saliente es la música de los sikus en los tinkus.

“Pero en el caso del tinku, la música de los sikus es vital. El retrato que hacemos en la película es justamente eso. Es comprender y sentir la relación del viento con los instrumentos y con el sentir de la gente. Ese sonido del siku constante y potente hace que la gente entre en trance y conecte de otra forma con los golpes que se dan”, explicó.

Sus otros largometrajes son “Yuban” (Yaasib Vázquez), filme ganador del Ariel en 2012 –el premio de la Academia mexicana de cine– y seleccionado para el Festival Internacional de Cine Documental de Amsterdam, además de “Fractal” (Mariana González). En cortometrajes colaboró en “El último pájaro” (Azeneth Farah), película seleccionada del Eco Film Festival.

La sinopsis del documental “En el murmullo del viento”  señala que la música “es un bálsamo y un vínculo con la naturaleza y lo sagrado”.