Máanu Schlegel es un poeta chileno hijo de la modernidad, que ha potenciado la combinación de disciplinas, en el caso del vate, de poesía y música. Con su estilo “antropológico y creacionista”, como dice que algunos de sus amigos han calificado el contenido de sus poesías, prefiere que sus escritos sean “escuchados y vistos”, antes que leídos. Hace del recital, un espectáculo.

Es uno de los participantes del Quinto Festival Internacional de Poesía de Bolivia, que se realiza de manera virtual y continúa hoy, a las 20:00 horas, en la página del evento del Facebook, con un diálogo entre el organizador Benjamín Chávez y Schlegel, en el que discutirán la mirada del chileno en la poesía. Se insertarán algunos fragmentos de sus recitales, disponibles en su canal de Youtube: Máanu Schlegel.

“El mundo poético es muy rico grande y extenso. La palabra es un instrumento más para tratar de expresar lo que está en nuestra cabeza, que va a ser interpretada por el lector, en relación a su mundo. Si alguien tiene poco hábito de lectura, su capacidad de imaginación va a ser muy reducida; viceversa, el campo va ser un poco mayor. En ese sentido, quiero que mi poesía sea escuchada porque quiero dar la mayor cantidad de elementos posibles que imaginen lo que yo estaba pensando”, explica Schlegel con su decisión de hacer sus recitales algo perfomático, un espectáculo que combina gesticulación, canto y poesía, recordando que también es director de teatro y actor en cine y televisión.

Afirmó que su intención no es supeditar la poesía a un teatro, sino encontrar mejores formas de mostrar y exponer su poesía. “Creo que la poesía que está oculta en los libros, cuando se lograr sacar y se proyectan las imágenes, se vuelve algo espectacular”.

ESTILO La poesía de Schlegel es autodefinida como realista que trata la naturaleza del hombre, mala y egoísta por esencia. “Una denuncia” a las sociedades latinoamericanas que han devenido en una crisis moral de valores, como resalta el mismo autor.  “Me cansa mi Latinoamérica pobre y elitista. Discriminatoria, corrupta e insegura”, dice uno de sus poemas puestos en video con un beat de rap.

“Esa crisis de antivalores, trae una serie de acciones que van minando la relación social. Cuando un grupo de empresarios no tiene ningún remordimiento en hacer fraude, robar, hacer violencia o lo que pasa en México, como la gente, asociada con el narcotráfico, mata sin ningún problema, sin generarse ningún tipo de cuestionamiento. Los valores se han trastocado. Pareciera que es mejor ser ladrón, estafador antes que una persona que ayuda a que se viva una mejor convivencia. En vez de generar una especie de sociedad estamos generando una jauría, hay que doblegar y sobrevivir”.