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  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
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Luis Rojas Aspiazú, pionero de la educación intercultural quechua muere a los 91 años

Implementó escuelas y modelos de aprendizaje que revalorizaron la transmisión de saberes de pueblos originarios

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El lingüista y educador Luis Rpjas Aspiazú. FUENTE: RUNA
Luis Rojas Aspiazú, pionero de la educación intercultural quechua muere a los 91 años

El cochabambino Luis Rojas Aspiazú, fallecido ayer a los 91 años, fue uno de los pioneros e impulsores de la educación intercultural en pueblos originarios, principalmente quechuas. Diseñó programas de aprendizaje que rescataban y revalorizaban las formas de saber originarias, como las escuelas Kay Jallp'a, fundadas en la década de 1980.

Estas escuelas, un referente en Latinoamérica, fueron construidas desde la cultura de mujeres y hombres quechuas. Se planificó, construyó y ejecutó desde una metodología intercultural. 

Otro de sus proyectos fue el Ayni Ruway, enfocado en el rescate y la preservación de las culturas andinas con propuestas nacidas desde las propias comunidades. La ejecución de este modelo se basa en tres ejes: ruway (talleres de tejido y telares), khuyay (centros de atención médica) y phujllay (equipos de teatro). Organizó el primer y segundo Encuentro Internacional de Lengua Quechua en un momento en el cual el racismo y discriminación relegaban a las personas que hablaban lenguas indígenas. 

"Siempre ha sido un padre amoroso, nos ha compartido el amor por los libros y la sensibilidad para con el mundo. Además, ha sido una persona muy generosa. Para él, el dinero era lo último en su lista de prioridades", recuerda su hijo y lingüista Pablo Rojas. 

Rojas Aspiazú fundó en 1968 la editorial Runa, orientada a educadores y niños. Produjo antologías poéticas y ensayos de escritores como Alberto Guerra, Hugo Molina Viaña y Luis Fuentes Rodríguez. 

Entre las publicaciones más reconocidas de Rojas están "El Orden y el Caos", "Lengua, educación y violencia" (en el que habla sobre el quechua y su capacidad de formar conceptos más concisos y exactos que en otras lenguas), "El educador y la comunidad campesa", "Ayni Ruway: educación y desarrollo en América Nativa" y "América no es una utopia". Estaba terminando de escribir "Mundo agua", texto que trata sobre la postura que deben tener los seres humanos frente a la naturaleza y la "necesidad de ver el agua como hermana".

Su hijo, Pablo, comenta que los últimos días de Luis fueron felices "leyendo, escribiendo y tomando café junto a sus hijos".

"Queda el recuerdo de tu vida como un legado al pensamiento boliviano y el profundo amor que profesaste en vida a tu patria, esa que hoy te llora, pero también te agradece por todo lo que le diste", expresó en su página de Facebook el escritor y docente René Rivera.

También se han pronunciado frente al deceso otras personas afines al mundo de la interculturalidad y educación. "El pesar es muy hondo. Viaja tranquilo querido maestro Lucho, ojalá tengamos la dignidad para perseguir en tu legado", lamentó el gestor Marco Antonio Marín.

"El proyecto de Rojas Aspiazu consistía en reconstituir la cultura de esta comunidad y en reconstituir relaciones culturales, sociales y económicas donde el problema del hambre, que no ha resuelto la teoría económica occidental, se soluciona. No se soluciona a partir de un plan con unos objetivos económicos que se propongan distribuir los bienes de alguna manera que no afecte el funcionamiento general de la economía, sino de modo radicalmente diferente: comer forma parte de un conjunto de actividades y de estructuras simbólicas, de todo un circuito que hay que recorrer y donde se canta, se baila, se trabaja, se realizan ritos y en algún momento, también, se come", se puede leer en el portal de su propia editorial Runa.