El escritor alteño Daniel Averanga, ganador en dos ocasiones del concurso municipal de novela Marcelo Quiroga Santa Cruz, presenta una condensación de su narrativa "grosera, sincera y cínica", como él mismo la autodefine, en su nuevo libro "El aburrimiento del Chambi y otros cuentos clandestinos", que recopila 10 cuentos que el autor trabajó en 10 años, en el período 2008-2010.

Siete de los 10 cuentos que incluirá el volumen editado por el sello Kipus fueron finalistas o menciones de honor en concurso como el Franz Tamayo, Adela Zamudio y Somos Bolivia, a nivel nacional, y el certamen Julio Cortázar a nivel internacional.

Otros dos sirvieron para guiones de las historietas "Ser digno" (premio municipal de Historieta Cómic 2018 en coautoría) y "El hombre del overol amarillo" (mención de honor premio municipal de Historieta Comic 2021 en coautoría).  

Todavía no existe una fecha oficial para su lanzamiento, pero se prevé que sea para fines de mes; además será una de las novedades de Kipus para la Feria Internacional del Libro de Santa Cruz. 

"Cada uno (de los cuentos) responde a mi crecimiento como escritor; un año estaba fascinado por la obra de Ray Bradbury; otro, por la prosa de Chuck Palahniuk, y otro, por el estilo desolador y hermoso de Svetlana Alexievich, entonces me dejaba influir por esas formas de describir la realidad a través de la escritura, aunque siempre quise buscar un estilo propio, cosa que te va a decir cada escritor que entrevistes: todos mentimos, porque nadie crea su estilo completamente; si hay otro nexo en común entre los cuentos, diría que fueron lo lúdico y lo nihilista (en síntesis, un aire 'clandestino')", aseguró el escritor de "La puerta" y "La cábala coral".

Así, "El aburrimiento del Chambi..." no solo sirve como un vistazo al estilo literario de Averanga, sino para conocer el "crecimiento" o desarrollo de su técnica y preocupaciones. Entre los relatos que conforman el compilado están "Cuando ser digno es mejor que ser útil" (el cuento más viejo del recopilatorio que se escribió originalmente en 2008 con el título "Cuando una gorda llega a ser útil);  “Domingo odiaba los lunes” (en el que aborda, "de costadito", la Guerra del Chaco); “La Paz era una fiesta; "Hambre” y el que le da el nombre al libro, sobre una pareja de policías que patrulla los fines de semana en El Alto. 

"Quería homenajear a John Steinbeck con este cuento, en el que una pareja peculiar de colegas se enfrenta al vacío de la existencia, como en su novela 'De ratones y hombres'. Fue mi primer cuento reconocido en un concurso. Es un cuento grosero, sincero y sobre todo cínico; lo mismo que los demás, aunque tomo a la ciudad de El Alto, a los Yungas, al centro paceño, a toda Bolivia y a las laderas como tramoya, muchos de ellos tienen a personajes comunes y corrientes como protagonistas", explicó Averanga sobre los cuentos que conforman la compilación que le tomó 14 años armar. 

"Fue, me imagino, casi como ver a Hänsel arrojar, cada cinco pasos, migas de pan para no perderse y retornar a su casa en el cuento de los hermanos Grimm: cada cuento, pues, representa cierta etapa en mi crecimiento literario. Desde que inicié este oficio, adopté el 'sentido de existencia nihilista' (que es una contradicción en sí mismo) y mis cuentos también salieron, poco a poco, con esta esencia".

Averanga tiene lista una antología de relatos de terror, que se publicará nuevamente con Kipus, y otra sobre temas más generales que será virtual, editada por Nuevo Milenio.