Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 15:30

Gobierno británico pide a Netflix que deje claro que "The Crown" es ficción

La serie causa incomodidades en la monarquía al retratar a personajes contemporáneos, como Lady Di y su esposo Carlos. 
dianacarlos
y Lady Di en "The Crown". NETFLIX
Gobierno británico pide a Netflix que deje claro que "The Crown" es ficción

Según el secretario de Cultura del gobierno británico, Oliver Dowden, Netflix debería dejar claro que la serie "The Crown", sobre la familia Windsor, es ficción: “Es una obra de ficción producida de forma impecable, como muchas otras producciones de televisión, pero Netflix debería dejar muy claro al principio que solo es eso”.

Con estas declaraciones a The Mail, la aparente tranquilidad de las instituciones por el retrato que hace el creador Peter Morgan de la monarquía inglesa y de los asuntos políticos del país ha volado por los aires. Los temores son que sin el aviso “una generación de espectadores que no ha vivido esos eventos pueden erróneamente confundir ficción con realidad”.

La cuarta temporada de "The Crown" es la que más polvareda ha levantado desde su estreno en noviembre de 2016. ¿El motivo? La introducción del personaje de Diana Spencer, más conocida como la princesa de Gales o Lady Di, que está interpretada por Emma Corrin. ¿Lo más incómodo? Ver el retrato que se hace del matrimonio entre Diana y Carlos, el hijo de la actual reina Isabel II.

La serie hace hincapié en dos claros detalles. Primero, que Diana nunca tuvo ninguna oportunidad de ser la esposa perfecta para Carlos, que desde el primer día tuvo a Camilla (entonces, Camilla Parker Bowles y actualmente duquesa de Cornualles) de amante, su verdadero amor. Segundo, que Carlos detestaba a Diana porque acaparaba los focos en el matrimonio y sufría celos.

Incluso el hermano de Diana, Charles Spencer, se mostró preocupado por el retrato que se hacía de Diana en la ficción, sintiéndose como se siente el guardián de su honor. En una entrevista lamentó que tiene conversaciones con ciudadanos estadounidenses y que a menudo le hablan de la serie “como si hubieran tomado una clase de historia” y “no lo han tomado”. Destacó que había “mucha conjetura y mucha invención” por parte de Morgan.

Las invenciones y licencias dramáticas algunas veces son palpables. Por ejemplo, en la cuarta temporada se muestra al primer ministro de Australia, Bob Hawke, refiriéndose a la reina Isabel II como una “cerda” cuando se puede comprobar que nunca utilizó esas palabras. Y, de hecho, usuarios de Twitter hasta han denunciado que la forma de pescar de Carlos no es correcta.

De hecho, historiadores como Kate Williams opinaron que era una “distracción”, según The Guardian, y Alex von Tunzelmann, también historiador, defendió que “Netflix ya dice a la gente que The Crown es ficción. Se vende como un drama. Esa gente son actores”. Le sorprendía que se pudieran necesitar advertencias adicionales.