EN SU OCTAVA VERSIÓN
El Festival de Cine Radical llega por primera vez a Cochabamba
El Festival de Cine Radical, uno de los encuentros cinematográficos que goza de mayor regularidad y constancia en el país, se amplía en su octava edición añadiendo a como nuevas sedes a Cochabamba y Samaipata que se unirán a las ya tradicionales de La Paz y El Alto. Otra novedad de esta versión será la inclusión de la categoría Devastación que premiará económicamente a cuatro filmes.
La convocatoria que invita a participar a realizaciones bolivianas o realizadas por residentes en Bolivia en las secciones de Bolivia Radical, Bolivia Salvaje y Videoarte, entre otros, está disponible hasta el 30 de septiembre y el festival se celebrará a finales de noviembre, de acuerdo al anuncio de los organizadores.
Además de la llegada del Radical a Cochabamba (que tendrá a La Libre como su centro de exhibición), otra de las nuevas ofertas es la sección Devastación que es lanzada junto al Centro de Documentación e Información de Bolivia (CEDIB). Esta convocatoria está dirigida a los realizadores sensibilizados con la temática medioambiental y con vocación de denuncia y reflexión sobre la situación del Salar de Uyuni, en riesgo de perderse por las actividades extractivas de la explotación de litio.
Devastación tiene las categorías de Mirada testigo y Ojos salinos. La primera, dedicada a obras de cineastas con más de un largometraje estrenado y la segunda para producciones de colectivos, estudiantes que no tengan una experiencia profesional en el ámbito cinematográfico. Las obras pueden ser de ficción o no ficción con una duración mínima de tres minutos y un máximo. Ambas categorías serán reconocidas con un primer premio de 15 mil bolivianos y un segundo de 8 mil. No se recibirán producciones instituciones o publicitarias, ni reportajes o trabajos de naturaleza periodística.
La última novedad de la octava edición del Festival de Cine Radical es su convocatoria abierta para ser sede del evento. Centros culturales, cafés, restaurantes o cualquier persona que quiera disponer de su caza, cancha o terraza y cuente con los requisitos mínimos de un proyector (data), sonido (paralante) y un reproductor (computadora o lector de DVD) podrá albergar y exhibir las películas que conformen el encuentro.
Los organizadores han caracterizado esta propuesta como un intento de “democratizar” el festival y apelar a su apropiación desde una misma posición de gestor y promotor cultural.
El Radical es un festival independiente que pretende aglutinar y visibilizar el cine y audiovisual arriesgado y reflexivo, además de ser un espacio de encuentro y de diálogo sobre la producción cinematográfica boliviana, según definen sus propios fundadores y desarrolladores del encuentro.