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  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
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Fallece a los 89 años Bob Rafelson, director de "El cartero siempre llama dos veces"

Fue colaborador habitual de Jack Nicholson y figura central del nuevo Hollywood.
El director de cine Bob Rafelson.    VARIETY
El director de cine Bob Rafelson. VARIETY
Fallece a los 89 años Bob Rafelson, director de "El cartero siempre llama dos veces"
Bob Rafelson, conocida figura de la cultura estadounidense, ha muerto en su casa de Aspen, Colorado, a los 89 años. Doble candidato al Oscar (guion y dirección) en 1971 por "Mi vida es mi vida", una road movie sobre un pianista que consolidó a Jack Nicholson como estrella, Rafelson ganó relevancia gracias a otras participaciones en distintos proyectos a partir de los sesenta. 

"Monkees", una popular serie de televisión sobre un cuarteto musical inspirado en los Beatles, es su otro gran referente creativo en la época. En 1967 ganó un Emmy. El cantante Mike Dolenz, uno de los cuatro protagonistas de aquella producción, ha lamentado la muerte de Rafelson en sus redes sociales.

Aunque fue "Mi vida es mi vida" la película que lo catapultó, su debut se produjo en 1968 con la subversiva "Head". En 1965 montó junto a otro socio la productora Raybert, que estaría después detrás del éxito de "Busco mi camino" (1969.) Raybert completó ocho proyectos en siete años de existencia, pero su impronta dejó la sensación de que en Hollywood se podían hacer las cosas de otra manera. En 1981 dirigió "El cartero siempre llama dos veces", con el guion original de David Mamet y, de nuevo, con Nicholson como protagonista. El filme supuso además el relanzamiento de la carrera de Jessica Lange, de capa caída desde su impactante debut en "King Kong"

“Prefiero hacer otras cosas con mi vida que quedarme en Hollywood. También hay otras razones y es que mis películas, en su mayoría son producciones independientes y es muy difícil encontrar financiación. No me importaría que los grandes estudios me encargaran proyectos, pero no lo logro, quizá porque soy un poco problemático”, confesaba en el festival de San Sebastián, que inauguró en 1996 para explicar su escasa producción como director y el hecho de que estuviera casi siempre por debajo del radar. Allí presentó "Blood and Wine", un thriller de nuevo con Nicholson delante de las cámaras y con sus grandes temas presentes (el hombre americano, los condicionantes sociales y de familia, el deseo...).

Su última película fue "No Good Deed" (2002) un neonoir basado en una historia corta de Dashiell Hammett. Pero Rafelson ya había cumplido muchos años antes con su papel al demostrar junto a sus socios que otro Hollywood era posible.