Un grupo de peritos internacionales entregaron a la ministra de la Corte de Apelaciones de Santiago de Chile, Paola Plaza, un informe con información crucial sobre la muerte de Pablo Neruda, mismo que, según su familia, demostraría que fue "envenenado" tras el Golpe Militar de 1973. 

ANTECEDENTES

  Neruda murió la noche del 23 de septiembre de ese año en la Clínica Santa María, de Santiago, 12 días después del golpe de Estado que derrocó a su amigo y presidente Salvador Allende y un día antes de exiliarse en México, donde podría haberse convertido en el gran opositor al dictador Augusto Pinochet.

Hasta ahora, se pensaba que la causa fue el cáncer de próstata que lo aquejaba desde 1969, pero en 2011 el Partido Comunista de Chile presentó una denuncia para investigar los hechos luego de que el chofer del poeta, Manuel Araya, afirmara que fue asesinado.

El 2013, 40 años después de su muerte, el cuerpo de Pablo Neruda fue exhumado de su jardín en Isla Negra para llevar a cabo la pesquisa.

Pese a que las primeras pericias revelaron la ausencia de "agentes químicos relevantes", el 2017, un nuevo panel de expertos internacionales encontró la presencia de la bacteria “clostridium botulinum” en un molar de Neruda, un bacilo que se encuentra en la tierra y es responsable del botulismo.

“Uno no coge una bacteria que se cultiva en laboratorios con finalidad de arma biológica andando por la calle”, declaró en esa ocasión uno de los miembros del panel, Aurelio Luna.

La incógnita sigue siendo quién podría haber introducido dicha toxina botulínica en el cuerpo del premio Nobel de Literatura de 1971, y cómo.

Gran parte de la familia de Neruda apoya la versión de Araya, para quien el autor fue envenenado mediante una inyección en el abdomen por un agente secreto del régimen que se hizo pasar por un médico.