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  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
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DIRIGIÓ EL FILME “UMATURKA”

Documentalista Miralles se inicia en la poesía con dos títulos

La editorial 3600 publica este año los poemarios “34”  y “No para cobardes” de la literata y cineasta que reside en Inglaterra, donde realiza un doctorado. 
La escritora y cineasta Giovanna Miralles y una ilustración de Francesca Pizzo que acompañará el texto.                 CORTESÍA GIOVANNA MIRALLES
La escritora y cineasta Giovanna Miralles y una ilustración de Francesca Pizzo que acompañará el texto. CORTESÍA GIOVANNA MIRALLES
Documentalista Miralles se inicia en la poesía con dos títulos

La cineasta Giovanna Miralles, conocida por dirigir el documental sobre la comunidad aymara Quillacas, “Umaturka. El llamado del agua” (2016), junto con su esposo Peter Wilkin, publicará este año sus dos primeros poemarios “34” y “No para cobardes”, junto con la editorial 3600. 

La autora reside hace 14 años en Canterbury, ciudad de Kent, a una hora de Londres, donde realiza un doctorado en Arte y Cultura, gracias a una beca otorgada por la Universidad de Christ Church. Su oficio está ligado al cine, habiendo realizado los documentales “Umaturka”, que fue proyectado en la Cinemateca Boliviana y en el Centro Simón I. Patiño; “Herencias del 36”, de Ruth Sanz Sabido, sobre el tema de la memoria histórica en la España contemporánea; y ahora está produciendo películas sobre la resiliencia de las mujeres mayas, como parte de sus estudios.

Miralles cree que el cine está ligado intrínsecamente a la poesía. “Ambos requieren pensar en imágenes”, dijo a OPINIÓN. Siempre ha escrito poesía, pero como “un placer personal”, sin terminar de animarse a la exposición de “la crítica o el rechazo”. Encontró una ayuda para su dilema en Charles Baudelaire, cuando supo que también se había enfrentado a “esa cobardía: la lâcheté”.

“En fin, no se puede ser cobarde cuando una decide compartir sus más íntimos pensamientos o cuando se escoge un tipo de vida que no es del todo convencional”, apuntó la escritora y directora. De esa decisión surge el título de su primer poemario, “No para cobardes”. De todos modos, sus poemas, antes de ser publicados, tuvieron la aprobación del biógrafo y traductor al inglés de Pablo Neruda, Adam Feinstein y del poeta cubano Alberto Lauro Pino Escalante. 

En cuanto al segundo volumen, que también se lanzará este año, “34”, lo define como “un enigma, que los lectores tendrán que resolver”. “Es, sin lugar a dudas, un número mágico que marca el sino de las mujeres que habitan el poemario”. La peculiar historia del nombre tiene que ver cuando la gata de la autora pasó por el teclado de su computador, dejándole de regalo ese número que bautizaría el nombre del título. “No ha dejado de sorprenderme su profundo sentido, comprensión y sabiduría”, refiere la autora sobre el número aleatorio. 

En estos libros, el lector encontrará un verso libre, que procura ser original, con voz propia, sencillo, diáfano y que paradójicamente conserve su misterio. Como influencias apunta al peruano César Vallejo y a los simbolistas franceses, como Laforgue o Moréas. 

A pesar de ser estos dos los primeros títulos publicados en solitario, Miralles ya participó de lanzamientos colectivos. Es el caso de su microrrelato “Diluvio”, que fue seleccionado finalista por el Museo de la Palabra, en Toledo (España), y luego publicado en la antología “Finalistas del IV Concurso Internacional de Microrrelatos”. Otros de sus poemas forman parte del canon en el curso de exploración de la poesía latinoamericana en The Poetry School en Londres. De la misma manera, son sus versos los que narran el documental “Umaturka”.

Del mismo modo, ha colaborado con sus textos en la narrativa de la obra del artista panameño Humberto Vélez, como es el video-performance “The Last Builder”  (2008), originalmente creado para la VIII Bienal de Arte de Panamá y que también estuvo en exhibición en Londres, en la galería de arte moderno Tate. De igual manera, publicó algunos artículos en el suplemento cultural El Duende, del periódico orureño La Patria. 

Ilustraciones.

Las tapas de los poemarios “34” y “No apto para cobardes” serán xilografías de las artistas Francesca Pizzo y Melania Wilkin-Miralles, hija de la autora.