Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 18:38

Documental rastrea cicatriz del mar cautivo en los bolivianos

“Puerto escondido” abrirá el viernes la séptima edición del Festival de Cine Radical. El filme combina imágenes de archivo y filmaciones de la propia autora.
Fotograma de “Puerto Escondido”. LAAAB
Fotograma de “Puerto Escondido”. LAAAB
Documental rastrea cicatriz del mar cautivo en los bolivianos

“A diferencia de los otros países mediterráneos, somos los únicos que nos han quitado el mar”, así trata de entender la cineasta Gabriela Paz la profunda cicatriz y hasta trauma colectivo que tiene instalada la sociedad boliviana en su consciencia. El tópico es abordado en su más reciente documental “Puerto Escondido”, pero no a través de la mirada historicista tradicionalista, sino una contada desde las personas comunes y en un formato que combina imágenes de archivo con filmación.

La película abrirá la séptima edición del Festival de Cine Radical que comienza el viernes y se extenderá hasta el 28 de este mes en una versión presencial/virtual. Es uno de los resultados de del primer Laboratorio de Apropiación del Archivo Audiovisual Boliviano (LAAAB), junto a “De polleras” de Esperanza Eyzaguirre.

La directora Paz de “Puerto Escondido” cuenta que una serie de hechos le hicieron dar cuenta de la intrínseca relación de los bolivianos con el mar perdido “invadido”. “Cuando estudiaba cine documental en Chile al ser boliviana, el mar era una conversación muy recurrente con las personas que iba conociendo. Empezó como un ejercicio, como no tenía posibilidades de filmar en Bolivia empecé a recabar videos caseros de YouTube de personas conociendo el mar por primera vez y me enamoró jugar con el archivo”. El mismo año que empezó el proyecto, 2014, empezó la demanda ante la Corte Internacional de Justicia de la Haya y, al mismo tiempo, en Santa Cruz una empresa inmobiliaria empezó a ofrecer “mar a las orillas de tu casa”, la segunda laguna artificial más grande del mundo para un condómino privado.

La cicatriz inminente de la relación entre la consciencia nacional y el mar cautivo se expone, apunta Paz, en el responsabilizar del progreso económico social a la falta de un acceso soberano, “como lo dice cada día la Radio Panamericana: ‘nuestra respuesta al usurpador, volveremos a los puertos del progreso’. Esto nos crea cierto complejo permanente que seguramente influye en nuestra manera de enfrentarnos al mundo”.

“Puerto Escondido” es al mismo tiempo una declaración de Paz de que el acceso al mar no es un tema al que se debe dar por perdido, porque “la sed de mar no se va acabar nunca. Creo que mediante el cine se puede recuperar el mar, de formas más subjetivas, más populares, más nuestras y revisar está perdida desde otras aristas que no son las aprendidas”.

Gabriela Paz ya ha dirigido “La bala no mata”, un documental sobre “héroes y testigos anónimos de la batalla de 9 de abril de 1952”, basada en el libro “La bala no mata sino el destino”, del sociólogo Mario Murillo. También realizó colectivamente un cortometraje llamado “Historias de Miel y Limón” que surgió a partir de un taller de cine con la Asociación de Jubilados (AMJUBI) y su colega Pamela Romano.