Una de las mayores preocupaciones del sector que lamentó la integración del Ministerio de Culturas y Turismo con el de Educación, son las deudas y políticas que dejó la, por ahora, extinta cartera. El ejemplo más claro es el del rubro cinematográfico, que estaba cerca a su institucionalización, y ahora tiene tres procesos que quedan en el limbo.

El Fondo del Fomento al Cine y Arte Audiovisual, la definición de una estructura para la Agencia de Desarrollo para el Cine y Audiovisuales Bolivianos (Adecine) y la reglamentación de la nueva ley del cine son los temas que no han sido resueltos y su solución se dificulta con la reducción del ministerio a un viceministerio.

“Son proceso que han estado en trámite durante seis meses en Culturas y que ahora no se han resuelto. Estamos esperando la reunión que hemos solicitado con Educación, pero al igual que ustedes (periodistas) no tenemos ningún tipo de respuestas”, apuntó la directora de Adecine, Roxana Moyano. Refirió que a pesar de que Adecine es una entidad descentralizada, necesita la tuición de una institución estatal, para “hablar de un control a nivel nacional que tenga un registro de toda la cadena productiva”.

Recalcó también la importancia de dotar de una estructura al Adecine, “necesitamos el personal operativo técnico para cumplir con las funciones que se nos han sigo asignadas”, finalizó.

En el Decreto Supremo 4257, se detalla que las instituciones que estaban bajo tuición de los ministerios fusionados, “mantendrán su naturaleza jurídica conforme las nuevas atribuciones asignadas”.