Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Los cargueros de memorias de José Rodríguez vuelven al Gíldaro

El consumado acuarelista presenta una nueva serie de cuadros de viajeros que llevan sus memorias y recuerdos a sus espaldas, temática que lo popularizó internacionalmente. 
La obra “Transitando por la vida”, disponible en la muestra del salón Gíldaro Antezana.  JOSÉ RODRÍGUEZ
La obra “Transitando por la vida”, disponible en la muestra del salón Gíldaro Antezana. JOSÉ RODRÍGUEZ
Los cargueros de memorias de José Rodríguez vuelven al Gíldaro

Personas, viajantes, migrantes que se dirigen hacia un horizonte, a veces coloreado de forma luminosa, otras, gris, cargando en sus espaldas objetos, recuerdos, ciudades y montañas es la temática predominante que presenta en sus nuevos cuadros José Rodríguez Sánchez en una muestra colectiva en el salón Gíldaro Antezana (plaza 14 de Septiembre esquina España) que se desarrolla hasta el 18 de este mes.

El concepto es una marca registrada del consumado acuarelista Rodríguez, quien lleva 50 años pintando y mostrando su obra. La idea, cuenta, se le ocurrió al querer reflejar el sentimiento que tenía de llevar consigo la memoria y la cultura de su identidad cuando empezó a visitar otros países del mundo para enseñar su arte, como Ecuador, Suecia o Italia en las décadas del 70 y 80. 

“Comprendí el arte, sobre todo, como un medio de comunicación. He estado dialogando con la gente de otras culturas, viajando a Europa, donde la gente tiene sus propios aspectos culturales, también me he encontrado con personas similares a lo que soy, gente cargada de lo suyo”, explica. Las pinturas “Con la vida a cuestas” o “Envueltos en luz” son algunas que desarrollan este concepto y se pueden ver en el Gíldaro Antezana, junto a obras de los también acuarelistas de larga trayectoria y experiencia, como Emilio Torrez y Humberto Erquicia; completando el cuarteto con el joven escultor Tony Santander, con sus estilizadas formas abstractas.

GIRO EN EL CONCEPTO

Una de las pinturas de Rodríguez en la muestra, “Envueltos en luz”, el personaje ya no está destinado a llevar su carga, sino que se está despojando de ella, “de su peso cultural para pretender caminar ligero”. “Es como me siento ahora, empiezo a descargar todo lo que he aprendido a través de la enseñanza a mis estudiantes”, comenta. 

A pesar de que el autor no ha dejado su característico y depurado paisaje y pintura de interiores, estas 21 piezas suponen una mirada más reflexiva y crítica con su entorno y la realidad. “Pinto lo que estoy viviendo. No me puedo despojar del paisaje, porque es parte mía, encuentro un paisaje hermoso y termino pintándolo. También hay pinturas relacionadas con la pandemia, hay personajes que están en calidad de marionetas, sujetos por unos hilos, es mi interpretación de este tiempo donde estamos sometidos en algo que detuvo al planeta entero, no puedo soslayar eso”, dice Rodríguez refiriéndose a su obra “Transitando por la vida”, en la que se retrata junto a un grupo de personas, mirando al espectador. 

La exposición colectiva, denominada “Luces y formas del alma”, se desarrolla también de forma virtual en la galería privada Casa Toscana. A través de la página de Facebook del salón de exhibición o escaneando un código QR disponible en la misma muestra se puede acceder al catálogo conformado por más de 50 obras de los cuatro artistas.