Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 00:01

Argentina premiada en feria mundial del libro infantil

Yael Frankel fue galardonada por su libro “Todo lo que pasó antes de que llegaras” en la Feria Internacional del Libro Infantil de Bologna.
La portada del libro "Todo lo que pasó antes de que llegarás" y la escritora Yael Frankel.	    REVISTA PLANETARIO
La portada del libro "Todo lo que pasó antes de que llegarás" y la escritora Yael Frankel. REVISTA PLANETARIO
Argentina premiada en feria mundial del libro infantil

La autora argentina Yael Frankel recibió el premio al Mejor libro de ficción de la Feria Internacional del Libro Infantil de Bologna 2023, la más prestigiosa en su género. 

Esto lo logró con “Todo lo que pasó antes de que llegaras”, el libro editado por el sello Limonero, que Frankel escribió e ilustró con dibujos sobre la vida de una familia a la que acaba de llegar un nuevo hijo o un nuevo hermanito.

La obra fue elegida entre 2.349 títulos provenientes de 59 países de todos los continentes. Su libro cuenta, con palabras y también con imágenes.

El narrador principal es un niño pequeño, flamante hermano mayor, y lo que le cuenta al bebé que acaba de nacer es, como indica el nombre del libro, de qué se trata el mundo, cómo es su familia —incluido el perro— y más o menos en qué consiste empezar a vivir.

“Con dibujos infantiles minimalistas a lápiz y carbón, escrito y dibujado desde la perspectiva de un niño pequeño (…) cada página es una forma de expresar lo universal dentro de lo personal, describiendo cómo las familias se enfrentan al cambio, antes de que llegue un nuevo bebé”, expresó el jurado de Bologna.

En el texto que la porteña dedicó a la presentación de su libro, realza el rol de los hermanos mayores en la introducción de una nueva vida al núcleo familiar. “Es como un plus que tiene la particularidad no solo de tener su voz (la de los hermanos mayores) sino que también tiene una sola vía de acceso y es a través de sus ojos”.

Sobre la elección del narrador, Frankel explicó que la voz de un niño pequeño aportaba la frescura necesaria. 

“¿Cómo lo diría un nene de 6 o 7 años?”, ¿cómo lo dibujaría? Lo primero que tuve claro es que quería una voz casi sin pausa, sin respiro, los chicos no saben acerca de pausas dramáticas ni puntos suspensivos y mucho menos de signos de puntuación a la hora de hablar”, relató.