Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
  • Actualizado 00:00

Filme boliviano “Anomalía” propone dejar el “regionalismo”

La cinta, dirigida por el cochabambino Serio Vargas, llega el 10 de octubre.
Fotograma de “Anomalía”. PAT PRODUCCIONES
Fotograma de “Anomalía”. PAT PRODUCCIONES
Filme boliviano “Anomalía” propone dejar el “regionalismo”

“Conozco cineastas,  sin generalizar, que algunas de sus historias son muy regionalistas. Incluso, la comedia es muy boliviana, mi esposa, que es venezolana no se ríe, es una jerga muy nacionalista . Ahí va a jugar nuestra ecuación, con actores y equipo de afuera, pero sin dejar de contar nuestros relatos. Hace que nuestro producto no sea solamente boliviano, sino también rentable”, afirma el cineasta paceño Sergio Vargas, quien con su ópera prima “Anomalía” propone una manera universal de hacer cine tanto en las formas como en el contenido.

La cinta, que llega a salas de  seis  departamentos del país el 10 de octubre, llama la atención por su variado equipo internacional. Cuenta con la participación del productor colombiano Felipe Morrel (cineasta con 20 años de experiencia en Hollywood y coproducción con hasta seis países) , la distribuidora canadiense APL y un equipo actoral conformado por argentinos, colombianos y españoles. “Son un centenar de artistas, 80% nacionales y 20% internacionales”, afirma Vargas.

La idea de contar con un equipo con miembros de diferentes partes del mundo responde al propósito de llegar a mercados internacionales.

 “La rentabilidad hace que el cine se haga sostenible en el tiempo. Estamos hablando de hacer cine para las 11 millones de personas que viven en el país o abrirnos al resto del mundo. Es importante hacer esta ecuación para exportar nuestras historias, saberes y profesionales”, apuntó. 

“Anomalía” es una película de ciencia ficción que se sitúa en el año 2058, teniendo como protagonista a María Ana, mujer de avanzada edad que perdió a su esposo Alessandro. Llega a Memorias Corp, empresa que brinda a los usuarios la posibilidad de revivir recuerdos. Un día ocurre una anomalía en el sistema que provoca que pierda todo su pasado, alterando por completo su realidad actual. 

La película se inscribe dentro del género de ciencia ficción, estilo poco incursionado en el país que tiene quizá como único antecedente a “El triangulo del lago” (1999)  de Mauricio Calderón. 

Vargas cuenta que el presupuesto es “alto para Bolivia, pero reducido en términos internacionales”, que permitió una detallada decoración de set que posibilitan una ambientación futurista creíble.

La película fue rodada en su totalidad en Cochabamba, teniendo como principal espacio de filmación a Jala Soft y otras locaciones como El Bosque, el hotel Camino Plaza, la Muela del Diablo y el café 360, entre otros.