Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 00:01

Japón lamenta investidura de Maduro por dudas sobre su legitimidad electoral

Japón lamenta investidura de Maduro por dudas sobre su legitimidad electoral

Japón lamentó hoy la investidura de Nicolás Maduro para un segundo mandato como presidente de Venezuela, sin que su Gobierno haya rendido cuentas "suficientes" sobre la legitimidad de las elecciones que lo llevaron a un nuevo periodo como jefe del Estado.


"Es lamentable que la ceremonia de investidura presidencial se celebrara (este jueves) sin que el Gobierno venezolano haya rendido cuentas suficientes" sobre la legitimidad de las elecciones del 20 de mayo de 2018, dijo hoy el Ministerio japonés de Exteriores en un comunicado.


La comunidad internacional, incluido el G7, del que Japón forma parte, "ha expresado ampliamente sus dudas sobre la legitimidad del proceso electoral, que carece de una amplia participación del pueblo venezolano", expuso la Cancillería del país asiático.


Japón "insta firmemente a que los problemas de Venezuela se resuelvan con una amplia participación del pueblo venezolano y su voluntad libremente expresada, y que la democracia se restaure lo antes posible", añadió Exteriores.


El Gobierno nipón también se mostró preocupado porque el "deterioro de las condiciones económicas y sociales actuales en Venezuela haya afectado gravemente al pueblo venezolano" y porque "las oleadas (de personas) que huyen de Venezuela estén causando un impacto en toda la región".


E Ejecutivo del país asiático afirmó que seguirá brindando apoyo al pueblo venezolano y a los países afectados por el éxodo de migrantes de esa nación.


Nicolás Maduro juró este jueves su segundo mandato, que lo mantendrá en el poder hasta 2025 en medio de acusaciones de ilegitimidad por la forma en que consiguió la reelección.


Maduro fue reelegido el pasado mayo con cerca del 70 por ciento de los votos en unos comicios a los que no se presentó el grueso de la oposición por considerarlos fraudulentos, lo que llevó tanto a partidos opositores como a Gobiernos extranjeros a cuestionar su legitimidad y no reconocer los resultados.