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  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
  • Actualizado 22:49

Más de 17 millones de latinoamericanos dejarán los estudios a causa de la pandemia

Un grupo de estudiantes de salud durante una práctica. CRÉDITO- Archivo OPINIÓN
Un grupo de estudiantes de salud durante una práctica. ARCHIVO
Más de 17 millones de latinoamericanos dejarán los estudios a causa de la pandemia

La grave crisis socioeconómica de la COVID-19 supondrá un retroceso educativo de ocho o diez años en Latinoamérica, donde unos 17 millones de alumnos de los últimos cursos de secundaria y primeros de universidad se verán abocados a abandonar los estudios, según estimaciones de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI).

Son hijos de familias de renta baja que se empobrecerán más, no podrán pagar las matrículas, así que volverán a casa para "ayudar", trabajar, principalmente mujeres de poblaciones suburbanas y rurales, alerta el secretario general de la OEI para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Mariano Jabonero, en una entrevista con EFE.  

No volverán a los centros de educación secundaria o terciaria aquellos a los que más falta les hace la escuela, subraya, "es su única vía, oportunidad de promoción social y laboral". Y la OEI insiste a los ministros de Educación para recuperarlos y que "no queden en la calle".

Esto empeorará el alto abandono escolar de la región, con algunos países donde uno de cada tres alumnos deja el colegio al llegar a la secundaria; otros, incluso en primaria.

MÁS POBRES, PEOR FORMADOS

El estallido de la pandemia, en marzo de 2020, obligó a interrumpir temporalmente cualquier actividad educativa, con 180 millones de alumnos latinoamericanos confinados y pérdidas de aprendizajes del 25%, según los primeros análisis de la OEI.

Esto implica "un impacto en pérdida de competitividad y productividad", dice Jabonero; niños y jóvenes van a ser más pobres en el futuro. 

El perjuicio se debe especialmente a que la educación a distancia no ha podido generalizarse. Ni mucho menos, ya que casi el 50% de los hogares de la región carece de conexión de internet; y esa gran brecha digital perjudica principalmente a los que más necesitan la educación, los más pobres.

Incide Jabonero en "superar esa brecha digital, acortarla o suprimirla" para evitar una diferencia "educativa y social muy fuerte". La falta de formación lleva a un trabajo en la economía informal, muchas veces combinado con "mendicidad".