En un tono más conciliador, el ministro de Defensa, Reymi Ferreira, pidió el martes a los manifestantes de Achacachi dejar la confrontación con las fuerzas del orden y la población afectada por sus movilizaciones y bloqueos, para evitar la violencia que en febrero de este año se apoderó de ese municipio del departamento de La Paz.
En una entrevista con el canal estatal, la autoridad lamentó que la estrategia de los manifestantes sea la provocación para hacer crecer un conflicto municipal que debe ventilarse en los juzgados y el órgano Electoral, ante las demandas de liberación de dirigentes y la renuncia del alcalde Edgar Ramos por supuestos actos de corrupción.
Para sacar al alcalde "el camino es muy sencillo, el proceso penal, la suspensión por el Concejo Municipal o el revocatorio, va a tardar unos meses, pero es efectivo y constitucional", dijo al ratificar que el órgano Judicial no está subordinado al Gobierno.
Respecto a los dirigentes vecinales implicados en una ola de quemas, destrozos y saqueos de bienes públicos y privados, el 14 y 15 de febrero de este año en Achacachi, Ferreira pidió a los movilizados lograr la libertad de los mismos en los juzgados.
"No se puede paralizar a todo un grupo de provincias por interés de un sector, tampoco se puede realizar tanta acción violenta para defender a gente violenta que está comprometida con pruebas (...) en el incendio de un edificio público que le cuesta al Estado o en el incendio de casas particulares", enfatizó.
El lunes, el responsable del comité de movilizaciones de Achacachi, Felipe Quispe, el Mallku, condicionó la suspensión de los bloqueos en la carretera a Copacabana a cambio de la liberación de los dirigentes detenidos de forma preventiva en la cárcel de San Pedro, en la ciudad de La Paz.
Con ese objetivo, decenas de mujeres de Achacachi realizaron una marcha hasta la sede de Gobierno e instalaron una vigilia que en esta jornada se mantiene frente al centro penitenciario.