Cuando la ola migratoria de haitianos pareció cesar, Bolivia volvió a interceptar a 11 extranjeros.

Los migrantes fueron capturados en Puerto Pailas, Santa Cruz. De acuerdo con un reporte policial, estaban escondidos entre la maleza que creció en la ladera de un río de ese territorio.

El jefe cantonal de Puerto Pailas, René Quisbert, informó que, para capturar a los haitianos, los uniformados tuvieron que descender de sus vehículos e internarse a pie hasta el monte.

Sin embargo, algunos corrieron y se resistieron a ser conducidos hasta la posta policial más próxima.

Entre los aprehendidos había cuatro menores de edad de entre dos y seis años, ninguno estaba con su progenitor. Supuestamente, tenían que ser trasladados hasta Chile, donde los aguardaban sus familiares.

Todos fueron llevados a Interpol para ser deportados a Brasil.