“Los daños materiales son de consideración”. Esa es una de las conclusiones del informe del Organismo Operativo de Tránsito sobre el accidente que ocurrió al final de la tarde del jueves 6 de agosto, en la avenida Pando y Circunvalación. El chofer que perdió el control de su volqueta, por una presunta falla de frenos, dejó, en total, media decena de vehículos afectados y arrolló a un gomero que es recordado con un altar.

El gomero Édgar Gomes tuvo una muerte trágica. Al promediar las 18:45 del Día de la Patria, cuando muchos aprovechaban el feriado para descansar, él estaba ganándose la vida, reparando un automóvil blanco, de marca Toyota. No logró advertir que el chofer de una volqueta circulaba a gran velocidad, porque no le respondían los frenos, y lo arrollaría.

Su cuerpo fue arrastrado al menos 15 metros y murió. El conductor de la volqueta y su acompañante corrieron la misma suerte, “quedaron aprisionados en la estructura de la cabina”. Los cuerpos fueron llevados al Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF).

La muerte del gomero fue la que más trascendió. “Era muy querido”, según el testimonio de algunas personas que vivían cerca de su taller y de sus clientes, quienes acudieron al sector donde falleció para armar un altar, ponerle flores y velas

Si bien Tránsito aún investiga las causas del siniestro, en redes sociales circulan imágenes captadas por cámaras de seguridad de la zona con el conductor de la volqueta avanzando a gran velocidad, como si habría perdido el control de su motorizado.

La menos cinco movilidades fueron dañadas. Una de ellas fue la que el gomero reparaba, luego impactó a un auto Toyota gris que estaba estacionado; posteriormente, chocó contra una vivienda donde había tres motorizados, también aparcados: un Suzuki verde, una vagoneta Nissan plateada y un automóvil blanco.