El secretario de la Madre Tierra de la Gobernación, Alan Lisperger, informó que la época de estiaje que atraviesa Cochabamba propulsa los incendios que están afectando sobre todo al Parque Nacional Tunari y al Valle Alto.

 “El déficit hídrico (de esta época) hace que tengamos mayor cantidad de material combustible, como vegetales secos”. Esta condición, en criterio de Lisperger, es peligrosa porque si las personas no son cuidadosas al realizar una fogata o un chaqueo controlado, las llamas se salen de control y, en breve, se consolida un incendio forestal.

Así ocurrió el jueves en Molino Blanco (Sacaba), que está dentro del Parque Nacional Tunari, donde ardieron al menos seis hectáreas de eucaliptos, pajonales y arbustos nativos.

La Unidad de Gestión de Riesgos (UGR) de Sacaba y otros grupos de primera respuesta como GEOS, SAR Bolivia y el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap) sofocaron las llamas.

Si bien, hasta el momento, se desconocen las causas del siniestro, un informe preliminar apunta a que en la zona hay muchas denuncias de loteamientos.

SITUACIÓN

De acuerdo con un informe que la Unidad de Cambio Climático, Riesgos y Desastre de la Gobernación dio a OPINIÓN la gestión pasada, desde 2013 a 2019, el Parque Nacional Tunari se quemó 312 veces y se devastaron 9.400 hectáreas.

Desde la Secretaría de la Madre Tierra de la Gobernación instaron a la población a tener precaución, especialmente estos meses que se caracterizan por ser secos.

Si una persona considera necesario encender una fogata sugirieron generar cercos de protección para el fuego no se descontrole.

S hay condiciones meteorológicas que favorezcan la propagación de un incendio forestal, como vientos fuertes, no se debe prender fuego.

Por otro lado, recomendaron notificar a las autoridades si advierten un incendio, no importa si es solo de pastizales. Inicialmente, las UGR de cada municipio intervendrán y si el siniestro se sale de control, intervendrán desde los Bomberos, hasta unidades de la Gobernación.