Solo cuatro de más de 40 casos denunciados por consumo o comercio de sustancias controladas al interior de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) llegaron a estratos judiciales y se consiguió la sentencia en 2019, informó Irving Avendaño, asesor legal de la casa superior de estudios. 

Apuntó que algunos de los que fueron hallados con sustancias ilícitas eran universitarios, pero otros eran “ajenos” a la institución. Tras identificar este tipo de casos, los jóvenes son trasladados a la caseta de vigilancia, ambiente en el que esperan la llegada de los efectivos de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN), después que los asesores de la universidad reporten el suceso a esa instancia  investigadora.

También denuncian a los involucrados ante el Ministerio Público puesto que el consumo o la venta de ese tipo de elementos es ilegal. Sin embargo, no consiguen una sentencia, en la mayoría de los casos. Es común que solo se los arreste por ocho horas y luego son liberados sin ningún “castigo” o “pena”.

Varios casos de jóvenes que consumían marihuana u otras sustancias ilícitas fueron identificados por las canchas deportivas, cerca de la Facultad de Ciencias y Tecnología, en el campus central. Se presume que eligen ese lugar porque en ciertos horarios es menos concurrido y está alejado de las aulas.

CASOS En noviembre de 2019, los uniformados de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) arrestaron a un grupo de estudiantes de la facultad de Economía. Ellos mantenían una protesta en la entrada a oficinas de Vicerrectorado y Archivos de la UMSS, pero personal de vigilancia observó que los jóvenes tenían armas punzocortantes como cuchillos, además los encontraron consumiendo bebidas alcohólicas y marihuana. Esa situación alarmó a las autoridades y denunciaron el caso a la Policía. 

En esa oportunidad, Avendaño manifestó que se descubrió ese ilícito a través de las cámaras de seguridad instaladas en el campus.

Ese fue uno de los casos llamativos del año anterior, pero no el único. En junio, un estudiante fue detenido por portar marihuana. Escondía la sustancia ilícita entre sus piernas, pero los guardias lo descubrieron.

En marzo, otro joven de 25 años fue detenido en uno de los parqueos con al menos sietes sobres de marihuana, cinco celulares con desperfectos y dinero. El acusado argumentó que se dedicaba al arreglo de esos artefactos y que la droga la había adquirido para su consumo. En esa oportunidad, el personal de vigilancia recibió el reporte de robo de autopartes, pero al constituirse en el lugar descubrió a dos hombres con actitud “sospechosa”. Se escondieron entre los motorizados debido a que estaban fumando ese elemento ilícito. Uno de los acusados se fugó al verse acorralado.

Otro de los casos que llamó la atención fue el arresto de siete hombres y una mujer con posesión de 200 gramos de sustancias controladas, en marzo de 2018. Los encontraron en en ambientes de la Facultad de Ciencias y Tecnología. Las autoridades, en ese entonces, presumieron que los acusados pretendían comercializar la droga. 

En otra ocasión, un grupo de jóvenes presuntamente de nacionalidad colombiana amedrentó a los vigilantes con machetes tras verse descubiertos con marihuana.

BASTA UN GRAMO La persona que tenga en su posesión incluso tan solo un gramo de cocaína, marihuana, clorhidrato de cocaína o cualquier otro tipo de droga prohibida en el país puede ser detenida, procesada y condenada con una pena de 10 a 25 años de cárcel.

El artículo 35 (prohibición de posesión o depósito) de la Ley 1008 indica que: “Ninguna persona natural o jurídica podrá tener o poseer en forma, cantidad o sitio alguno, fármacos o drogas que contengan o sean sustancias controladas, sin previa autorización del Ministerio de Previsión Social y Salud Pública, consultada al Consejo Nacional Contra el Uso Indebido y Tráfico Ilícito de Drogas”. 

Sin embargo, Avendaño indicó que encontraron universitarios y personas ajenas a la casa superior de estudios con al menos 5 o 10 gramos de sustancias controladas, pero pese a la acusación esos casos no prosperaron y, en su mayoría, solo fueron arrestados por ocho horas y después liberados.

Acotó que las autoridades policiales y de justicia desestimaron los procesos debido a que los acusados no portaban la sustancia controlada en “cantidades considerables”. “Es complicado llevar los casos a un proceso porque argumentan que no hay espacio en los recintos penitenciarios. Al considerar que no son casos de relevancia sacan un prontuario y los arrestan solo ocho horas”. 

Apuntó que la mayoría de los casos identificados fueron consumidores y no por la venta de sustancias controladas. 

Sin embargo, los casos de tráfico de droga, en la universidad, redujo en comparación con otros años. La vigilancia es aún más constante para evitar el consumo y microtráfico de sustancias controladas. 

Esa dependencia no solo encontró a involucrados en ese delito, sino en robo de autopartes, celulares, bicicletas e incluso motocicletas, pero la mayoría de los denunciados fueron “ajenos” a la universidad. 

La sustracción de bienes se da mayormente durante la primera clase de la universidad, de 06:45 a 08:15. Hay personas que cuidan las pertenencias de los universitarios y docentes por unas monedas, en el día. Los ladrones aprovechan los horarios en los que no hay ese resguardo y el personal de vigilancia, en ocasiones, no logra atender el amplio campo estudiantil. 

Apuntes 

Ilícito

El artículo 7 de la Ley 1008 define  como ilícitos todos los usos destinados a la fabricación de base, sulfato y clorhidrato de cocaína y otros que extraigan el alcaloide para la fabricación de algún tipo de sustancias controladas, así como las acciones de contrabando y tráfico ilícito de coca, contrarias a las disposiciones que establece la presente ley.  

Pena 

La Ley del Régimen de la Coca y Sustancias Controladas en su artículo 48 indica que el tráfico de sustancias controladas será sancionado con cárcel de 10 a 25 años. Además constituye una circunstancia agravante el tráfico de sustancias ilícitas en volúmenes mayores. 

Estudio 

En 2017, el Ministerio de Gobierno y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc por su sigla en inglés) en Bolivia presentaron un documento denominado “Tercer estudio epidemiológico andino sobre consumo de drogas en la población universitaria de Bolivia 2016”. Ese trabajo reveló que en la región el 6.1% de los universitarios consumen drogas y el 56.8% alcohol. La muestra consideró ocho universidades de los departamentos de Santa Cruz, Cochabamba y Sucre, con un total de 4.118 estudiantes.