La agenda de responsabilidad compartida por el tren metropolitano, firmada el lunes, no establece la paralización del proyecto, aclaró ayer el ministro de Obras Públicas, Iván Arias, puesto que el documento declara esa obra como prioridad para la región.

"En algunos medios ha aparecido que es el Ministro el que pone pausa, que luego se pone pausa a todo el proyecto. Lo que dice el documento es lo que digo (...), se deberá acelerar la conclusión de las líneas roja y verde. ¿En qué momento se dice que se detengan?", dijo en conferencia de prensa.

El punto cuarto de la agenda señala que “se coordinará una pausa al contrato” con la constructora Asociación Tunari. Aparentemente se trata de una confusión en la redacción, pues el Ministro aclaró que se dan 30 días para que una comisión elabore un nuevo trazo para la cuestionada línea amarilla y para resolver las observaciones a las líneas verde y roja.

Domingo García, gerente de Tunari, dijo que eso es lo que estuvo haciendo a lo largo del proyecto.

El ejecutivo evitó referirse a la pausa en el contrato porque no fue notificado formalmente.

Manifestó su preocupación por la demora en efectuar los pagos, pues hay facturas pendientes desde septiembre de 2019.

Aseguró que hay obra ejecutada y no pagada por un valor de 600 millones de bolivianos. El último desembolso fue en agosto.