Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
  • Actualizado 09:38

Trancapechos Anita, un sabor con historia qhochala

Ana Camacho, propietaria de trancapechos Anita.
Ana Camacho, propietaria de trancapechos Anita.
Trancapechos Anita, un sabor con historia qhochala

Pan tortilla, arroz blanco, papa, carne, huevo estrellado y ensalada. ¿Qué tienen de especial? Quizás a simple vista solo son ingredientes que los cochabambinos y bolivianos consumimos en diferentes platos, pero ya muchos de nosotros pensamos en esa “fusión deseada” que forma el popular e histórico trancapecho. Un platillo, comida o como se le quiera llamar, que lleva a experimentar una serie de sabores, aromas y contexturas que hacen de éste un “gustito” aparte.

El trancapecho es prácticamente “el hijo” del silpancho (sillp’anchu, palabra en quechua que significa ‘aplanado y delgado’). Una variación que lleva de diferente el pan toco o tortilla (sandwich). Ambos, por supuesto, tradicionales de Cochabamba y el país, que han “conquistado” a todos los paladares, no solamente por la mezcla de todos los elementos, sino por el cariño y amor con el que te invitan a probarlo y comprarlo.

Y por ahí al hablar de trancapecho nos lleva automáticamente a decir que los más antiguos y, por ahí, “incomparables” están en las “Islas o Islitas” (lugar tradicional en la Llajta), en el puestito de la señora Ana Camacho, conocida popularmente como Anita o Tía Anita. Un puesto tradicional desde hace más de 28 años.

“Anita, esto (el sandwich) tranca, tranca el pecho. Debería llamarse trancapechos Anita”, decían aquellos estudiantes del colegio Santo Tomar de Aquino que impulsaron la sazón y el puestito de doña Anita.

El ”tranca” se hizo, como quien dice, famoso y apetecido por todos, quienes cada vez que escuchan las “Islas” se animan a acercarse a pedir el platillo y a recibir el cariño de la Anita: un trancapecho sencillo o, si el cliente lo elige, el especial, que consiste en una carne de mayor tamaño.

“Yo les llamo. ‘Tancapechos, Silpancho’, eso grito; eso me ha caracterizado. Me llaman la tía Anita, los quiero con cariño a mis wawas”.

Así como el tradicional trancapecho, en Cochabamba también existen diferentes platillos o platos que son “la debilidad” de los paladares, como es el caso del chorizo artesanal, el del mercado Calatayud.

Un sándwich que se estará mostrando en el siguiente capítulo de Yapame Case, la siguiente semana.