Algunas trabajadoras sexuales continúan su actividad pese a la restricción que establece la cuarentena total. En el centro de la ciudad, varias mujeres ofrecen su servicio a los hombres que transitan por las calles; la mayoría está en bicicleta o con bolsas de compras. 

Por su parte, las asociaciones que representan a este sector preparan una reglamentación para volver a trabajar lo antes posible, cumpliendo las normas de bioseguridad establecidas por el Ministerio de Salud. 

La presidenta de la Organización de Trabajadoras Nocturnas de Bolivia (OTNB), Jeancarla Torres, explicó que, con el apoyo de personal de salud, están  elaborando una propuesta que cumpla con los requerimientos sanitarios para    evitar la propagación del coronavirus. Por ejemplo, plantean el uso de barbijos, guantes y alcohol en gel; además del preservativo    reglamentario.

“Tenemos derecho al trabajo y por eso estamos considerando esa propuesta para presentar a nivel nacional al Ministerio de Salud para que el resto de los municipios departamentales tengan que acatar”, aseveró Torres. 

El objetivo de la reglamentación es que se cumplan las normas de bioseguridad y volver a la actividad, frente a la crítica situación económica que atraviesan actualmente. 

También, confirmó que algunas mujeres salieron nuevamente a buscar  clientes al pasar los días. “Hay compañeras que, lastimosamente, en su necesidad, sí están (trabajando)”. 

Sin embargo, la acción no es aprobada por algunas integrantes del sector, quienes explican que ellas sí están acatando las medidas de resguardo. “Hay muchas chicas que se están arriesgando al salir, pero no se dan cuenta que les pueden pedir los documentos y, después, pueden decir que estamos haciendo daño a la salud. Sería bueno que haya un control para ver quiénes tienen el carnet, porque por una pecamos todas”, aseguró Eva Flores, exdirigenta de la Organización de          Trabajadoras Sexuales de Cochabamba.  Por ese motivo, piden retomar su labor con todos los controles necesarios para evitar la clandestinidad y, por ende, un riesgo mayor. Flores plantea que los lenocinios abran desde el mediodía hasta las tres de la tarde; sin el consumo de    bebidas alcohólicas. 

“No queremos que, por el factor económico, nuestras compañeras se contagien porque eso sería mucho peor para ellas”, afirmó Flores.

Hace unas semanas, varias trabajadoras sexuales se movilizaron para pedir el apoyo de las autoridades municipales y departamentales. Torres afirmó que, luego del anuncio del Bono Universal, ya no recibieron más respuestas. Expresó su preocupación porque dentro de su sector hay varias extranjeras que no recibirán ninguna ayuda. Por eso, ellas están al inicio de la lista en caso de recibir víveres de alguna parte.   

Sus peticiones ante el Concejo Municipal aún  no tienen respuestas. La presidenta de la OTNB dijo que, si bien el bono es un apoyo, solo será una vez y ese monto no alcanza para cubrir sus necesidades.

Alrededor de tres mil mujeres están afiliadas a las diferentes asociaciones que existen y tienen entre 18 y más de 65 años.

La cuarentena agravó su situación económica y varias atraviesan un momento crítico ya que tienen hijos, deudas y viven en alquiler. “Están empeñando sus cosas para conseguir alimentos”, contó Flores. 

Algunas trabajadoras  sexuales comenzaron a hacer pan, queques u otras masitas para vender y ganar algo de dinero. 

La exrepresentante también contó que algunas de sus colegas  empezaron a vender barbijos en las calles, ante la alta demanda de este elemento de protección sanitaria. 

Siete

La representante de la Red Trebol, Raysa Torriani, explicó que, de cada 10 mujeres  afiliadas a las asociaciones, al menos 7 viven exclusivamente del trabajo sexual. 

Actividades alternativas

Muchas de las trabajadoras sexuales tuvieron que dedicarse a elaborar masitas o barbijos para poder reunir dinero hasta que dure la cuarentena a nivel nacional, debido a que su actividad está paralizada.