Desarrollo sostenible, planificación, construcción de gaviones y “reubicación” a propósito de las franjas de seguridad del río Taquiña son parte de las principales propuestas del candidato a la Alcaldía de Tiquipaya por la alianza Comunidad Ciudadana – Autonomías por Bolivia (C-A). Jaime Medrano.

Tiquipaya es uno de los siete municipios del Eje Metropolitano de Cochabamba, en la actualidad, hay nueve postulantes a la Alcaldía en ese municipio.

Medrano es casado hace 50 años y tiene tres hijos. Estudió en las universidades de San Simón y San Andrés, y tiene diferentes especialidades. Trabajó en temas urbanos en La Paz, también con instituciones internacionales y es consultor externo en varios países de diferentes lugares del mundo. Pertenece al colectivo denominado Democracia de Verdad, mismo que decidió apoyar a Carlos Mesa y se adscribió a Comunidad Ciudadana, que hoy es parte de C-A.

LA CUENCA

Uno de los problemas recurrentes en Tiquipaya ha sido el desborde del río Taquiña, que en años anteriores incluso cobró vidas y, en la actualidad, continúa causando zozobra.

El candidato manifestó, al respecto, que el problema está relacionado con la invasión de las franjas de seguridad, lo que además ocurre en otras torrenteras.

Lanzó dos propuestas. Una está referida a la construcción de gaviones con material de la misma zona y con la compra de material “a costos razonable”. Dijo que esto además permitirá la generación de empleo para 1.500 obreros durante dos años.

Acotó que también será necesario realizar “reubicación” para ya no ocupar las franjas de seguridad, que constituyen un riesgo para los vecinos.

PLANIFICACIÓN

“Tenemos la esperanza de que Tiquipaya recupere su verdor”, dijo Medrano y ofreció desarrollo sostenible. Aseguró que cuenta con un plan estratégico para mejorar sobre todo el medio ambiente, “para evitar el desarrollo caótico y que haya planificación”.

Expresó que la mayor riqueza de su municipio está en la cordillera. Detalló que d elas 168 mil hectáreas de Tiquipaya, el 50% corresponde a áreas agrícolas, 35% a áreas forestales y el 15% a cuencas. La base económica es la agricultura y después están el comercio, el transporte y el emprendimiento de empresas medianas y pequeñas. Lamentó que se incluya el fraccionamiento y el “tráfico de tierras”.

Para luchar contra estas irregularidades, enfatizó que se deberá erradicar la corrupción. Observó a los funcionarios y autoridades de las anteriores gestiones.

Acotó que de las 4 mil hectáreas que tienen en su sector de valles, 2.500 están loteadas y quedan 1.500 de producción agrícola.

“Es necesario un plan de uso de suelos, para controlar un crecimiento armónico. Y un problema que hay que solucionar es la invasión de áreas protegidas como el Parque Tunari y las franjas de seguridad en los ríos”, recalcó.

Resaltó que cuenta con un equipo en el que se incluyen dos profesionales en salud, una pedagoga, dos arquitectos, un economista y un ingeniero civil.