Emilio Báscopé Cáceres soñó con esta casa desde niño, y comenzó a edificarla desde sus 20 años; ahora, es su domicilio. La casa del árbol construida en un molle, está en Quillacollo.

Desde afuera la construcción expone armonía con la naturaleza, ya que el material principal es la madera.

Un molle centenario se muestra en su tronco en la sala por dentro la vivienda, y sus ramas, por fuera, parecen abrazar la edificación.

Bascopé contó a OPINIÓN sobre la soñada casa. Es considerada una obra arquitectónica única.

"Era un sueño tener la casa en un árbol (...). Vi la posición del molle y vino la idea de construir una casa del árbol. Lo hice posible y algo habitable (...). Cuando era niño, el árbol tenía un diámetro de 60 centímetros, como un abrazo de persona, luego fue desarrollando con el tiempo", describió.

Dijo que nada fue sencillo, pues requería de toda la concentración y precisión para empezar y continuar con la construcción.

"Fue complicado, porque no es como agarrar un terreno, marcar. En un árbol tienes que ver ubicación y demás. Es creatividad de uno mismo", manifestó.

SE MUEVE Por otro lado, la casa "se mueve" cuando hay lluvia o vientos en el sector. Pero, es algo a lo que ya está acostumbrado.

La casa cuenta con espacios amplios de cocina, comedor, sala y una suite. Además, tiene un altillo al que se accede mediante una escalera oculta.