La gobernadora de Cochabamba, Esther Soria, apuesta porque la solución al problema del manejo de la basura en el departamento se dé con una planta industrializadora que se emplace en el Parque Industrial Santiváñez.

El problema de los residuos sólidos suele ser una promesa den las autoridades de distintas gestiones departamentales y municipales en el departamento, sin que se halle soluciones.

Soria reconoció que no respondió como corresponde ante el problema medioambiental.

“Soy autocrítica, no hemos cumplido”, dijo al referirse al tema.

Sin embargo, se excusó también en la falta de recursos y en los problemas suscitados por la pandemia del coronavirus, COVID-19, que surgió meses después de que ella asumió el cargo.

“Tenemos que tener harta plata, estamos hablando de millones”, sostuvo.

El conflicto por el manejo de los residuos sólidos se presenta principalmente en los municipios del Eje Metropolitano. En la ciudad de Cochabamba, los bloqueos a la zona de K’ara K’ara, donde está el relleno sanitario, derivan en la proliferación de los focos de contaminación; distintos sectores cierran el ingreso para presionar ante pedidos de diferente índole. En Quillacollo, la falta de vehículos, entre esos los carros basureros, deriva en que la gente eche la basura en vía pública. En Vinto, los comunarios de la zona también cierran el botadero exigiendo su cierre técnico.

En años anteriores, el Consejo metropolitano Kanata buscaba la forma de ejecutar un solo proyecto, una planta industrializadora de basura. Pero, el cambio de autoridades y la falta de acuerdos disolvieron los avances.

La Gobernadora dijo que, en la actualidad, avanzan con acercamientos con las comunidades de Santiváñez para el emplazamiento en el Parque Industrial.

“En la parte social hay que lidiar y estamos en acercamientos con los comunarios (…). Seguramente ya nos vamos a poner de acuerdo en el Consejo Metropolitano, una vez encontrando el lugar”

El problema, aunque en menor escala, también existe en otros municipios.

“Muchos botaderos están a cielo abierto, no son rellenos sanitarios. Hay una normativa nacional, que especifica que hasta el mes de octubre tenían que cerrarse todos los botaderos; pero, no lo han hecho. Nosotros como Gobernación hemos cumplido lo que establece la norma, notificando a los diferentes municipios, pero han pedido ampliación. No sé qué dirá la Asamblea Legislativa Plurinacional”, dijo.