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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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DEFENSORÍA DEL PUEBLO ESTUDIA CASOS DE 2018 Y SEMESTRE DE 2019

Solo 17 de 134 víctimas de trata y tráfico reciben ayuda en la Llajta

Un informe defensorial revela 101 denuncias por ese delito. Suman 12 de pornografía, 17 de proxenetismo y cuatro de violencia sexual comercial. Hay una sola acogida especializada. 
Solo 17 de 134 víctimas de trata y tráfico reciben ayuda en la Llajta

Han transcurrido 7 años, 8 meses y 19 días desde la desaparición de Zarlet Clavijo Martínez. No obstante, Marcela, su madre, está convencida que su hija está viva y ansía el reencuentro, de acuerdo con las publicaciones en su muro en Facebook. 

Zarlet tenía 17 años cuando desapareció en la calle 16 de Julio de La Paz, el 4 de junio de 2012, y desde entonces es buscada por todos los medios posibles. 

Marcela creó “Zarlet, la que ilumina”, ante los reportes de casos de trata y tráfico de personas en el país. Se trata de una fundación que ofrece ayuda legal y gratuita para la búsqueda de desaparecidos.

Hay casos en los que los familiares no logran dar con el paradero de sus seres queridos, así hayan transcurrido bastantes años, como Zarlet.

En Cochabamba, se registraron 134 casos de trata y tráfico y delitos conexos, en 19 meses, desde 2018. De esa cifra, el 87% no recibió protección de las instituciones, según los datos del informe “Cumplimiento a la Creación de Centros de Acogida Especializada para Víctimas de Trata y Tráfico y Delitos Conexos”, presentado por la Defensora del Pueblo, Nadia Cruz, el pasdo martes.

El documento detalla que en 2018 se atendieron 65 casos de trata de personas, 7 de pornografía, 9 de proxenetismo, y dos de violencia sexual y comercial.

En tanto, los primeros seis meses del año pasado, reportaron 32 casos de trata de personas, cuatro de tráfico, cinco de pornografía, ocho de proxenetismo y dos de violencia sexual y comercial. 

ACOGIDAS Según el informe hay seis centros de acogida especializados para la atención de víctimas de trata y tráfico de personas y delitos conexos en el país. Solo uno está en la ciudad de Cochabamba.

“Sayari Warmi” que es de administración delegada, a través del Servicio Departamental de Gestión Social, para adolescentes mujeres víctimas de trata y tráfico, y delitos conexos.

Entre 2018 y 2019, fueron acogidas en esa casa 17 mujeres, de las cuales, 14 eran víctimas de violencia sexual comercial, dos por trata de personas con fines de explotación laboral y una en situación de calle o de vulnerabilidad. 

Los municipios de Cochabamba, Colcapirhua, Chimoré, Sacaba, Tiquipaya, Quillacollo y Villa Tunari, que fueron parte de la investigación, reportaron que no cuenta con centros de acogida especializados para las víctimas de trata y tráfico, y suelen coordinar con la Gobernación u otras instituciones cuando requieren un hogar temporal. 

Sacaba argumentó que no registró casos de ese tipo, pero cuenta con un centro temporal para mujeres y niños. En tanto, Chimoré se encuentra gestionando la apertura de una casa refugio temporal para las víctimas de violencia familiar, doméstica u otros delitos conexos.

CASOS En Quillacollo se reportó dos víctimas de trata de personas. Se trató de un niño de dos años y cuatro meses que está en el centro de acogida Salomón Klein y otro menor de 11 años quien está con su familia.

El municipio de Villa Tunari no brindó información. En tanto, Chimoré, Sacaba, Colcapirhua y Tiquipaya reportaron que no tienen casos con víctimas de trata y tráfico. 

Cochabamba es el segundo departamento con más denuncias por ese delito, después de la ciudad de La Paz. 

CIUDAD DE TRÁNSITO Freddy Huaraz, coordinador nacional del Programa Contra la Trata y Tráfico de Personas, manifestó en una anterior entrevista, que Cochabamba es una de las ciudades más transitadas debido a la afluencia de usuarios que ingresan y salen con destino a otros departamentos y países. Esas características hacen que la “captación de víctimas” sea mucho más fácil, principalmente, de mujeres menores de edad quienes con “engaños” son explotadas laboralmente o sexualmente.  

Señaló que en Cochabamba se dan dos fenómenos. Por un lado, la región del Trópico capta a menores de Potosí y Oruro, mientras que Punata es un municipio “expulsor” de jóvenes que son llevadas a Santa Cruz e incluso a Argentina, Chile y otros países. “Son mujeres muy jóvenes que trabajan en bares y cantinas, y luego las incursionan en la prostitución. Hay víctimas desde los 16 años”. 

Una de las mayores problemáticas es que los casos de trata y tráfico son “desestimados” y no guardan relación con las sentencias ejecutadas. Algunos son tipificados tan solo como desapariciones. 

Apuntó que el diálogo en la familia es importante para evitar que los casos de trata y tráfico suban, puesto que muchas jóvenes, generalmente, son contactadas por las redes sociales o anuncios que prometen ingresos económicos altos por labores en plazos cortos. 

EN EL PAÍS En los nueve departamentos, del país, de registraron 1.017 denuncias de trata y tráfico de personas y otros delitos conexos, entre 2018 y el primer semestre de 2019. 

La Paz concentra el 51% de los casos, seguido está Cochabamba con el 13% y Santa Cruz con el 11%. 

En 2018, registraron 465 casos de trata de personas, 15 de tráfico, 116 de pornografía, 20 de proxenetismo y 2 de violencia sexual comercial. 

En tanto, en el primer semestre del año pasado, hubo 299 casos de trata, nueve de tráfico, 69 de pornografía, 20 de proxenetismo y dos de violencia sexual comercial. 

El informe defensorial, da cuenta de que de las 1.017 víctimas registradas, solo 141 recibieron atención especializada, es decir, el 84% no fue acogida en un centro. 

Sobre las atenciones, tres fueron niños y 138 niñas y adolescentes mujeres. Detalló que 23 casos eran de trata de personas, de las cuales, dos por explotación laboral, uno por adopción ilegal, otro por venta u otros actos de disposición, además de un embarazo forzoso, otro por explotación sexual comercial y 17 sin registro de fines. Además se registró 102 víctimas de trata y tráfico de personas y 16 por violencia sexual.